Este 15 de marzo se celebra el Día Mundial de los Derechos del Consumidor. En los comienzos de esta fecha nos remontamos a 1962 cuando el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, decretó que todas las personas sin distingo alguno tendrían que tener derecho a disfrutar de ciertos beneficios en su calidad de consumidores.
Fue en 1983 y en los dos años posteriores cuando se instituyó por la Organización de las Naciones Unidas un decreto que protegiera a los consumidores, buscando reivindicar, reconocer y legitimar los derechos de estas personas, reconociendo al consumidor como un elemento fundamental en el proceso productivo. La fecha debe instarnos a conocer el rol que debe ejercer un consumidor en la sociedad, identificando lo que significa ser un consumidor ya sea persona natural o jurídica, que adquiere, utilice o disfrute bienes o servicios, reciba ofertas de los mismos, atendiendo los derechos y deberes que como tal les corresponde.
Dentro de los objetivos que pueden mencionarse en remembranza de esta celebración tenemos: la importancia de ayudar a los países para mantener una protección adecuada de sus habitantes bajo la calidad de consumidores que estos poseen, responder a necesidades del consumidor bajo un enfoque sustentable en el tiempo, alentar al buen consumo de bienes y servicios erradicando prácticas de adquisición de forma desmesurada, fomentar la formación y cultura sobre los derechos y deberes de los consumidores y los proveedores de productos y servicios, promover un consumo sostenible en general.
Los anteriores deben ser indicadores a cumplirse y sumarse al objetivo para el desarrollo sostenible número doce sobre consumo y producción sostenibles, como parte de la fuerza impulsora que debe ponerse en marcha en la economía mundial, utilizando los recursos de manera continua y erradicando practicas que puedan poner en riesgo el futuro o destruir el planeta. Prácticas como meditar lo que se va adquirir, saber el comercio que se debe favorecer, informarse de las repercusiones sociales y medioambientales de los bienes y servicios, alternativas que erradiquen la explotación de recursos naturales y el buen uso de las cosas, son parte de este modelo sostenible en el tiempo.
El trabajo colaborativo de los sectores sociales es sin duda crucial para lograr buenos resultados. Desde la parte gubernamental en donde las instituciones técnicas en lo referente al control de precios de mercado, actuaciones de los sujetos del comercio y responsables de un marco normativo vigente y actualizado hasta cada una de las personas que integran el Estado, somos parte de esta dinámica del consumo, siendo tema de interés para todos.
Esta claro que el tema del consumo abarca muchas cosas. No solamente se trata de proteger las actividades que se refieran a la adquisición de bienes y servicios bajo un marco normativo vigente y entidades contraloras al respecto, esto va mas allá. El tema de consumo es uno de los objetivos transversales de la agenda 2030 ya que persigue una transición de los modelos económicos y de consumo hacia la sostenibilidad, dejando claro que toca diversas aristas sociales de una manera directa o indirecta.
Seamos conscientes del tema y sumemos esfuerzos en un consumo sostenible para lograr la protección y la buena salud de los consumidores.
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas