JOSE ALBINO TINETTI QUINTEÑO: Un nombre, una vida, un ejemplo, un maestro, un amigo. - Difícil escribir sobre él. Al igual que los más grandes personajes de la historia, El Salvador, recibió en su seno hoy, a su fallecimiento, el Pericles salvadoreño. Se incorpora en la nómina de celebridades salvadoreñas.
En el año 2020, once atrevidos abogados estudiosos del Derecho Constitucional y un servidor legamos lo que llamamos Teoría de la Constitución a las nuevas generaciones de abogados, el aprendizaje que Albino, nos trasmitió en un volumen que titulamos Teoría de la Constitución. En ese libro colectivo incluimos dos prólogos que son exordios. El del estudio propiamente dicho y el prólogo que Tinett, escribió en el año 2000, para la publicación de la obra que inspiró la publicación del 2020, que por razones pandémicas no tuvo ninguna presentación.
El momento es propicio para agradecer a Albino su prólogo y a los colegas constitucionalistas que elaboraron el tema de la Teoría de la Constitución y su concepto de Constitución "viviente".
En 1999, Albino escribió: "Entre las disciplinas jurídicas que estudian el ordenamiento Constitucional de los estados se distinguen:
a)El Derecho Constitucional Particular, cuyo objeto es el análisis del ordenamiento constitucional vigente, de un Estado determinado, para interpretarlo, para sistematizar sus análisis y en ocasiones para someterlo a crítica. – De él se afirma que tiene un fin esencialmente dogmático, pero con efectos prácticos.
b)El Derecho Constitucional General o Teoría de la Constitución, definido como "aquella disciplina que delinea una serie de principios, de conceptos, de instituciones que se hallan en los varios derechos positivos para clasificarla y sistematizarlos en una visión unitaria, que se extiende a una serie de constituciones que tienen caracteres más o menos similares". – Surge así el nuevo Régimen constitucional democrático liberal, que se extendió "a todos los "Estados Civilizados" y que, según Manual García Pelayo, hubo una especie de "unificación de la imagen jurídica del mundo expresada en una especie de "Derecho Constitucional Común.
Como buen científico del Derecho, Tinetti fue también crítico. Expresó que "la elaboración de la Teoría de la Constitución ha sido muy posterior a la del Derecho privado. El desarrollo del constitucionalismo clásico o liberal hizo nacer la conciencia sobre la necesidad de una dogmática constitucional y facilitó su construcción", la cual se inició en 1928, con la doctrina alemana, léase Carl Schmitt y Rudolf Smend con sus obras "Teoría de la Constitución" y "Constitución y Derecho Constitucional".
Para Tinetti, es obvio que los autores del libro que prologó se valen de los aportes de la dogmática constitucional contemporánea porque las grandes concepciones básicas sobre el Estado y la Constitución no han variado profundamente en las últimas décadas.
Cita Tinetti, a uno de sus mentores, al Dr. Álvaro Magaña, quien afirma que el principio monárquico, que nunca ha tenido que ver con nuestra realidad, aún inspira las construcciones argumentales de autores salvadoreños.
El maestro Tinetti sigue al profesor español Manuel Aragón, quien postulo "es preciso vencer la inercia de viejas categorías, no con ánimo iconoclasta sino con el propósito de establecer un cambio de perspectiva lo que significa abordar el problema en su misma raíz, esto es, extraer las consecuencias jurídicas pertinentes de la atribución al pueblo de la soberanía, De Ahí que, en el fondo la teoría constitucional de nuestro tiempo no puede ser mas que la teoría jurídica de la democracia.
La obra prologada en 1999, ampliada en el 2020, dice Albino, que evidencia el conocimiento y dominio de los textos contemporáneos del Derecho Constitucional. El punto de partida y el punto de llegada de los mismos es la realidad salvadoreña.
El sello lo ponen los autores de la obra transformando a la Constitución de una entelequia a un cuerpo normativo eficaz. Más aún, concluye el prólogo afirmando que dicha obra es un indicador positivo del desarrollo de la disciplina y un esperanzador augurio sobre el fortalecimiento futuro de la cultura constitucional de nuestro país.
La ejemplar vida de José Albino Tinetti Quinteño merece mucho más que mis palabras. Este espacio resulta reducido para la dimensión de lo que se puede decir de él, como expresó Fernando Galo, al señalarlo como un docente sin pose ni candilejas, sin "ansiedad de influencia".
Concluyo con el hermoso mensaje con el que cerro el prólogo de la segunda publicación de la Teoría de la Constitución "Lo más importante de todo --expreso Tinetti--, el invaluable apoyo familiar. El de la mujer que conoció, que lo acompaño cincuenta y cuatro años, en matrimonio y quien le dejo el legado de no agotar el amor en la familia nuclear, sino que proyectarlo a la extensa".
El Salvador perdió a un verdadero maestro del Derecho.
El Juez Tiempo generará un reconocimiento de los contemporáneos con quien compartimos la lucha por la justicia y la Constitución y las nuevas generaciones que se vienen formando con sus enseñanzas y apuestan al Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia social.
No podemos pagarte lo que hiciste.
Descasa en paz, amigo. Te vas en paz con Dios y con los hombres.
Abogado.