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El fin de los mayas

Alteraron el clima y persistió el sentimiento humano de anteponerse a la naturaleza, pensando ser invencibles y consolidar un sello propio de gobernantes que sería imborrable no de las piedras, pero si por la inclemencia del clima, más despiadada que las guerras y los sacrificios humanos. 

Por Carlos Francisco Imendia

Es impresionante hablar e investigar sobre los mayas y sus aportes a la civilización, como ningún otro grupo humano en América, en áreas como la agricultura, la arquitectura, la matemática, su escritura, sus glifos y la astronomía. Tales eran sus avances que muchos creían habrían sido educados por civilizaciones extraterrestres provenientes del cinturón de Orión. Hay ciertas teorías interesantes que cuentan la similitud de la arquitectura maya como la copia de dicha agrupación estelar en el cosmos. Lo cierto es que eran muy avanzados. 

Los mayas creían en muchos dioses, su cosmogonía era impresionante, su base económica era la agricultura, una civilización que se desarrolló durante más de 3,500 años desde el período Preclásico hasta el Posclásico y los mayas se distribuyeron desde el Sur este de México, Guatemala, Belice y parte de Honduras y El Salvador. 

Sin embargo, alrededor del año 150 D.C. vino su debacle y desaparecieron de las selvas que con esplendor y poderío habían gobernado y cimentado su imperio ¿Qué paso?

En un interesante artículo publicado en Los Angeles Times, en 2023, por Alejandro Maciel y Jesús Lemus, que reproduce una entrevista del Dr. Richard D. Hansen, arqueólogo, antropólogo y estudioso de los mayas, investigador de la universidad de IDAHO, y del Instituto para la Investigación Mesoamericana de Estados Unidos, se le preguntó varios aspectos sobre el colapso de la gran civilización maya y son impresionantes sus bases científicas e investigativas que sustentan sus posturas. A pesar de los factores climáticos por los que planeta haya pasado, la responsabilidad de la alteración del ecosistema es propia de esos mismos grupos. Los mayas para el Dr. Hansen eran millones de personas que vivían en una superficie de 7,000 Km2 Entre Campeche y Peten.  

Desarrollaron la agricultura con técnicas sofisticadas de suelos orgánicos que ellos preparaban para la producción, consumo y hasta comercio. La base agrícola los llegó a potenciar para constituirse en ciudades–estado, con poderío político, económico y militar. 

En el esplendor de su civilización los gobernantes mayas se exceden en todo tipo de lujos, con impresionantes pirámides, templos, plazas y una sofisticada red de caminos que unían muchas ciudades. Según el doctor Hansen el uso de la cal en las ciudades-estado es parte primordial de la caída de la civilización.

La cal era muy importante para la sociedad maya, que se abría paso en las selvas de Centroamérica y México, se usaba en las viviendas, templos y plazas y para hacer las famosas estelas y todo tipo de relieves y detalles. Las casas de los nobles mayas tenían de dos a cuatro centímetros de cal y los pisos de los gobernantes mayas llegaron a tener hasta medio metro de estuco. Dice el arqueólogo estadounidense sobre los mayas: "Eran humanos, vanidosos y sujetos a los placeres del poder". 

Algunos gobernantes eran capaces de construir encima de las edificaciones de otros gobernantes, por eso en Tikal, Guatemala hay pirámides y estructuras subterráneas por esa misma razón. 

Hansen también remarca: "Dilapidar los recursos naturales en aras del lujo, el placer y la ganancia económica, nunca tiene un final feliz". 

Los mayas lamentablemente subvaloraron el medio ambiente, ya que para fabricar una tonelada de cal necesitaban al menos de 5 a 6 toneladas de madera para calentar la piedra caliza y una temperatura de 900 grados centígrados. Mientras la ciudad crecía en esplendor y belleza como Chichen Itzá o Tikal, la selva y los recursos se fueron acabando, provocando generación de gases de efecto invernadero, grave deforestación, abonado a los periodos de sequía, la erosión de los suelos, la falta de absorción y retención de agua, ya que los mayas tenían grandes reservorios en la selva, este proceso de alteración y crisis ambiental, --comenta Hansen-- provocó la migración y el abandono de las ciudades. Alrededor del año 150 D.C. desaparecieron y 800 años después regresaron incluso a vivir en las antiguas ruinas, selva más o menos regenerada. Pero ya el destino estaba trazado de su extinción total. Claro se redistribuyeron en otras zonas, formando otras comunidades. 

Alteraron el clima y persistió el sentimiento humano de anteponerse a la naturaleza, pensando ser invencibles y consolidar un sello propio de gobernantes que sería imborrable no de las piedras, pero si por la inclemencia del clima, más despiadada que las guerras y los sacrificios humanos. 

Se puede afirmar que estas causas llevaron al ocaso de los mayas: Triste que la mentalidad de los señores mayas, sigue adherida a la mentalidad de los políticos y tomadores de decisiones en la actualidad. 

Especialista en temas ambientales y de sostenibilidad.

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Civilizaciones Precolombinas Opinión

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