Ordenar la emigración, distribución de la riqueza, agua, salud, escuela y casa digna para todos, en resumen estado del bienestar, son retos en los que se avanza lentamente. Y al preguntar si es posible avanzar más, puede que sí, pero requiere de capacitación y diplomacia con otros países y sus programas de cooperación.
Desde hace cincuenta años sabíamos a través del informe “El límite del crecimiento” y otros trabajos científicos, que lo que está sucediendo en la tierra sucedería y hoy debemos reconocer que en otros lugares se prepararon a tiempo con visión de largo plazo.
Cuando vemos como áreas desérticas o pequeños pueblos en la península arábica y otros lugares del mundo se convirtieron en ciudades modernas, imagino que lo hicieron porque sabían que los combustibles fósiles serían sustituidos por la energía eléctrica, solar, eólica, el hidrogeno y otras alternativas que los científicos desarrollaban.
En El Salvador hay pocas industrias en relación con la sobrepoblación, que sigue creciendo y además, el nivel de educación en la escuela primaria, secundaria, técnica y superior, según dicen los expertos está un tanto atrasada.
Si las cosas siguen como vienen desde hace décadas no se ve que El Salvador será un país industrial en donde haya trabajo para todos los que terminen sus formación básica, secundaria, técnica y universitaria, pero si sabemos que en los países del primer mundo hacen falta muchas personas preparadas.
Yo recibo diariamente información de una agencia de empleo alemana que buscan desde personal auxiliar, técnicos, ingenieros, hasta investigadores, pero deben hablar inglés y alemán. De Polonia, la República Checa y otros pises vecinos, sé que muchas personas preparadas van a trabajar por un tiempo, ahorran, vuelven a sus ciudades y muchos crean empresas.
Como aquí el crecimiento poblacional es más rápido que el industrial, quizás sería apropiado crear programas de formación para preparar a los salvadoreños que su visión y deseo es emigrar, para que lo hagan cumpliendo los requisitos legales y se desarrollen con éxito en otros países.
Con el titulo la ironía de la emigración, me refiero a que nuevamente vuelve como tema importante porque suceden eventos trágicos, como el de los fallecidos tratando de sobrepasar la llamada “Valla española en África”, un muro de tres vallas entre Marruecos y Melía, o cuando en las pateras sobrecargadas en las costas italianas y españolas se rescatan emigrantes o esta semana con el camión en EEUU donde fallecieron 51 personas.
Pero la ironía es que al final la emigración es natural y necesaria pero se debe hacer ordenadamente para que sea productiva tanto para las personas que quieren emigrar como los países donde emigran.
Los seres humanos han migrado desde los orígenes de la humanidad, según los científicos, iniciando desde África hasta poblar todos los continentes. Si nos miramos en el espejo todos somos emigrantes o descendientes de migrantes. Aquí encontramos personas que por sus rasgos pasarían inadvertidas en la India o Paquistán, Marruecos, Tel Aviv, Turquía, Malasia o filipinas. EE.UU. es un país de emigrantes, en el museo de la Estatua de la Libertad muestran como en el siglo antepasado llegaron de todo el mundo y siguen llegando en busca, igual que hoy, de un futuro prometedor, que no encuentran en sus países. Si no tenemos grandes industrias que requieran mucha mano de obra y no se ve que quieran venir, preparar a la gente para que emigre queriendo a su país y no resentidos y decididos a no volver tal como forzosamente muchos emigran, puede ser una alternativa de futuro.
Otra cosa: Esta bien lo de las ciclovías, sería mejor sin bloques, pues tropezar con la bicicleta en uno de esos bloques provocará caídas y accidentes. Mejor enseñar a respetar las rayas y ahorrar el dinero de los bloques.
Ingeniero/Pedroroque.net