La inquebrantable unión de la cofradía de torturadores” se recalcó al recibir en Pekín a Alexander Lukashenko, aliado clave del asesino serial y criminal de guerra Vladimir Putin, crueles despotismos que pesan sobre pueblos de larga y esplendorosa tradición, donde coexistiendo con masas anodinas hay grupos humanos que cuidan su abolengo, cultivan las artes y brillan con sus intelectos.
Antes de Lukashenko estuvo en Pekín el desquiciado ayatola iraní Alí Jamenei, un monstruo que se apoya sobre una red de campos de tortura que hacen palidecer el gulag estaliniano o la red de campos de exterminio del nacionalsocialismo hitleriano.
El aporte de China a la humanidad se exhibe parcialmente en el museo de los tesoros de la “Ciudad Prohibida” de Taiwán, que recoge lo que escultores, pintores y poetas crearon a lo largo de milenios, como rusos fueron Tolstoi, Dostoievsky, Glinka, Musorski, Turgeniev, Tchaikovsky, Rachamninoff, Stravinsky…
China, Rusia, Irán, Turquía, Nicaragua, Venezuela y nuestro El Salvador han caído en manos de dictaduras que se valen de amenazas, del terror y las “desapariciones” para sostenerse en el poder. Y como se lee en la entrada del infierno en palabras de Dante Alighieri, “vosotros que entráis dejad toda esperanza…”.
Fue el caso de Óscar Ernesto Hernández Caballero, llamado el Oso y tradicional Santa Claus de Sacacoyo, apresado por una denuncia anónima y pese al testimonio de la alcaldesa a su favor, murió debido a que en la cárcel no pudo continuar el tratamiento de su diabetes, pues de las dos bolsas de gasas que su esposa le envió para tratar su pierna, únicamente recibió dos unidades.
“…Cuando nadie roba abundan medicamentos, fondos para educar niños y jóvenes, recursos para las comunidades, dinero para sostener servicios públicos”.
“…cuando nadie roba…” entidades de servicio público como el Seguro Social no sufren la falta de especialistas, como fue denunciado por el secretario general del Sindicato de Médicos del Seguro Social, Rafael Aguirre: hay en el ISSS 480 especialistas menos que antes.
La China de la cultura y saber se contrapone a la dictadura
La censura de la dictadura china impidió que se alertara sobre la fuga del morbo de un laboratorio en Wuhan, como han corroborado el FBI y otras instituciones estadounidenses. El médico chino que alertó fue castigado por “difundir falsos rumores” y apresado hasta morir en prisión.
Esa censura causo más de siete millones de muertos y ha afectado la economía del mundo, pero, como sucede siempre, los patógenos no respetan fronteras; la política de “cero covid” ha golpeado económica y socialmente a China y su ahora estado vasallo de Hong Kong, donde hasta hace una semana usar mascarilla era obligatorio.
Hay una China que supera las imposiciones y el narcisismo criminal de su dictadura, como se manifiesta en el arte, la música y la danza que en una u otra forma pasa las fronteras, aunque no logremos valorar la poesía.
Al lado de Lan Lan, uno de los más grandes pianistas del siglo y que en un concierto presentó a su padre tocando un instrumento tradicional chino, jóvenes violinistas, pianistas, orquestas de cámara se presentan en Occidente interpretando con maestría a los gigantes de la música occidental, a Bach, Mozart, Beethoven, Brahms, evidenciando la existencia de una luminosa clase de artistas y pensadores que coexiste con la cruel y desquiciada dictadura y que toda persona de bien, de fino espíritu, se identifica, se hermana. A ellos enviamos nuestra profunda admiración y mejores deseos…