Desde 1985, cada 3 de octubre se celebra el Día Mundial del Hábitat con el objetivo de poder generar y garantizar espacios sostenibles para el desarrollo de las ciudades alrededor del mundo, fomentando la búsqueda de salvaguardar la vivienda digna para todos/as y espacios productivos para un entorno que sume al desarrollo humano de las personas, como parte de la reflexión que debe realizarse sobre la estructura de nuestros pueblos y ciudades.
Cada año, la fecha alusiva aborda temas específicos que se relacionan vincula al tema central que se hace referencia. Haciendo una rápida reseña, los temas abordados en os últimos años han sido: Vivienda para las personas sin hogar (1987. New York). Vivienda y urbanización (1990. Londres). Ciudades futuras (1997.Bonn). Planificando nuestro futuro urbano (2009. Washington. DC. EE. UU). Mejores ciudades, mejor vida (2010. Shanghái. China). Las Ciudades y el Cambio Climático. (2011. Aguascalientes. México), por mencionar algunos temas abordados a lo largo del tiempo.
En el 2022, el tema que promueven Organizaciones No Gubernamentales como la ONU, es: “Cerrando brechas. No dejar a nadie, ni ningún lugar, atrás”. Un reto enorme pero no imposible de lograr. Desafíos como la desigualdad y la falta de equidad, son retos que se encuentran latentes en las ciudades y asentamientos humanos. El factor de los problemas conocidos como “la triple C” (covid-19, clima y conflictos), han generado un impacto contraproducente, instándonos a buscar respuestas y oportunidades de mejora para poder apalear la situación.
El tema en cuestión aborda y toca otros tópicos de interés social que deben ser prioridad de agenda en los países del mundo. Temas como la pobreza, educación, alimentación, entre otros, forman parte de ello. Por ejemplo: Según el Informe sobre las Ciudades del Mundo de ONU-Hábitat, el número de personas afectadas se situaba entre 119 y 124 millones en 2020 y entre 143 y 163 millones en 2021. La lucha contra la pobreza y las desigualdades urbanas se ha convertido en una prioridad mundial urgente. Datos que no deben pasar desapercibidos.
Por ello, el rol de la sociedad y sus sectores que la componen, deben mostrar un protagonismo mas palpable y real en la búsqueda de respuestas y acciones concretas para el abordaje del tema. Gobiernos locales, sector privado, la academia y demás grupos, deben fomentar y ejecutar un trabajo en equipo. Un esfuerzo articulado que permita trabajar en una planificación de futuro inclusivo, resiliente y ecológico, iniciando en las ciudades y así expandiéndolo geográficamente de manera gradual pero efectiva, siendo una prioridad urgente de atender.
No debemos olvidar que las ciudades y los asentamientos urbanos son los espacios en donde los seres humanos podemos interactuar social, política, económica y culturalmente, como parte de nuestro desarrollo. Sin bien es cierto, el factor “triple C” que se mencionó previamente nos afectó significativamente, haciéndonos dependientes de los recursos telemáticos y el mal uso de la virtualidad, esto debe de hacernos un llamado a poder corregirlo y optimizar las nuevas oportunidades que se han descubierto a través de nuevos recursos como el mundo digital para que sea debidamente aprovechado y sume en el abordaje de este tema.
El lograr ciudades y asentamientos inclusivos está en nuestras manos, como ciudadanos del mundo. Por ello, el aporte de cada uno de nosotros/as será de vital importancia para lograr objetivos comunes y así convertir esas buenas intenciones en hechos concretos que ayuden a moldear el presente y futuro de nuestras ciudades y nuestros pueblos.
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas, Decano de la Universidad Nueva San Salvador.