El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), a través de su presidente ejecutiva Gisela Sánchez, ha manifestado que se realizaran reestructuraciones de la cartera del banco, entre lo que destaca el cupo de crédito a países como El Salvador y Nicaragua, los cuales han sido los países de la región que más acceso a créditos han tenido en los últimos años, lo cual la actual presidente ejecutiva pretende erradicar para lograr una cartera mas diversificada y balanceada.
Recordemos que el BCIE lo integran 15 países miembros. La cual demanda que la cartera de créditos no se concentre en únicamente en ciertos miembros que integran el banco, sino que las líneas se diversifiquen para que otros miembros y externos puedan acceder a soltar financiamientos y sobretodo, dar cumplimiento al compromiso que conlleva adquirir los financiamientos de parte del BCIE.
La presidente actual manifestó que la cartera de préstamos posee una concentración un poco superior al 25% en El Salvador, seguido de Nicaragua (un 22%); un tercer lugar Honduras (con un 17%); después Costa Rica (con un 10%) y Guatemala (con un 5%), los cuales son datos obtenidos al cierre del 2023. Por otra parte, en los países nocentroamericanos, estan Argentina con un 5.8%, Dominicana (5.6%); Panamá (4.6%); Colombia (2.4%) y luego Belice con un 0.1%”, manifiesta la presidente. Esto refleja que el objetivo es proteger los límites de exposición por país, diversificar la cartera, hacer más eficientes los gastos del banco y poder trasladar los beneficios a los países que el banco sirve.
La titular costarricense del BCIE añadió adicionalmente que, como Banco Centroamericano de Integración Económica, el fin del mismo es poder servir a los países de manera más responsable y balanceada de lo que posiblemente se ha venido haciendo. Si bien es cierto, esto puede sonar menos atractivo, es la manera de realizar acciones y ajustes de forma responsable, rigurosa y técnica, para lograr de esa manera una mejora continua en el quehacer de la institución.
Esto debe tomarse como un llamado de conciencia y una oportunidad de mejora y cuidado de recursos para posibles financiamientos que los países de la región puedan requerir. Por ello, esto insta a los Estados a estar atentos con las obligaciones financieras y el pago de obligaciones que como bien se sabe, son adquiridas al momento de obtener financiamiento a través de préstamos. Recordemos que gran parte de los recursos que obtienen los Estados son la recaudación de los tributos y, en los casos que el déficit no logra cubrirse por no tenerse un superávit, los prestamos son la alternativa más próxima para equilibrar la balanza financiera pública, por lo que la responsabilidad y el récord crediticio en países como los de la región centroamericana debe cuidarse y mejorarse.
No hay que olvidar que el BCIE es una institución financiera multilateral de desarrollo, con carácter internacional, que invierte los recursos en proyectos con impacto en el desarrollo para reducir la pobreza y las desigualdades, fortalecer la integración regional y la inserción competitiva de los socios en la economía mundial, otorgando especial atención a la sostenibilidad del medio ambiente, por lo que para lograr dicho cometido, una acción a ejecutar es la de poder diversificar y distribuir de manera equilibrada los recursos, de tal forma que se mantengan los indicadores financieros y la calificación riesgo, sin dejar a un lado la misión de apoyar el desarrollo sostenible de la región.
Por ello, los países de la región deben fomentar acciones que cultiven las buenas prácticas de la educación financiera, concientizar a la población sobre qué y para qué se utilizan los recursos que llegan a las arcas del Estado, fortalecer los mecanismos de transparencia y generar esa cultura financiera desde los órganos que coordinan y manejan los recursos que al final, deben ser orientados de manera consciente y congruente.
Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas, Director de Internacionalización, Universidad Nueva San Salvador