Esta semana me sucedió algo bastante curioso después de un tuit que publiqué desde mi cuenta en esa red social. En mi tuit hice alusión al populismo de austeridad al que apeló la bancada cyan en la anterior campaña electoral, prometiendo eliminar los bonos, vehículos, guardaespaldas, vales de gasolina, viajes, etc. Señalé que aquellos que hayan cobrado su bono en junio ojalá hayan hecho un aporte significativo a las personas afectadas por la tormenta Bonnie. Al menos 10 diputados oficialistas salieron al ataque alegando que no han cobrado tal bono, pero ninguno ha sido capaz de demostrar con el desglose presupuestario de la Asamblea Legislativa que lo que ellos dicen es cierto. De hecho, esa información la han reservado.
Me surgen varias dudas ciudadanas después de este alboroto en Twitter. ¿Los diputados no cobraron el bono en junio pero en enero sí? ¿El año pasado recibieron bono? Porque si ha sido reciente la decisión de no cobrar el bono, ¿hacia dónde reorientaron lo presupuestado para esos pagos? Esto último se podría saber si ellos hicieran público el acuerdo de junta directiva con respecto a los bonos, así mismo como se supo del acuerdo en el que establecieron que la bancada oficialista tiene a su disposición 12 vehículos y que cada uno de esos vehículos recibe $400 en gasolina al mes. Pero no hay pruebas que demuestran un ahorro por parte de este Órgano del Estado, solo información reservada.
Durante el año 2021 ellos aprobaron un presupuesto legislativo de $60.2 millones, $1.9 millones mayor al presupuesto de sus antecesores, ¿por qué el presupuesto aumentó? Si esta bancada en verdad es más sensata con las finanzas públicas y consciente de la inflación que está sufriendo el país, les sería muy sencillo demostrar que han reducido la masa salarial en su presupuesto, ¿por qué no lo hacen? Esos 10 diputados, además de demostrar su muy poca educación al atacar con insultos y noticias falsas, señalan que yo debería demostrar lo señalado a las finanzas de la Asamblea Legislativa, pero quienes deben hacerlo son ellos, siendo su responsabilidad como legisladores. Deberían dejar de ocultar información a la ciudadanía. Así de simple.
Si los diputados hacen público el presupuesto legislativo y dejan constancia de que existe ahorro y que no hay mecanismos con los que los diputados reciben bonos y, que además demuestren no tener a familiares contratados en esa institución, si ellos hacen eso, yo no tendría problema con rectificar; diputados: ¿tienen problema ustedes con hacer público el presupuesto legislativo? No sería nada del otro mundo, simplemente estarían cumpliendo con lo que les corresponde. Es bien fácil hablar y atacar, sostener el argumento con pruebas, datos y un mínimo de criterio es lo que no saben hacer.
Además de los exaltados diputados oficialistas, también saltó uno de sus diputados aliados, diciéndome: “Mentís con facilidad”. Esas son las palabras que me dedicó el diputado Guillermo Gallegos. Sí, el mismo diputado que en 2014 inventó que la Asociación Pro Niños Quemados lo había invitado a Australia. Tal viaje no existió pero él cobró los viáticos. No le luce vestirse de blanco y aparentar ser un angelito, diputado Gallegos. Su historial es más largo, pero este caso que le expongo me resulta ser la cereza del pastel.
Desde la tormenta del sábado ha quedado en evidencia la inoperancia y las mentiras del gobierno. Una tormenta bastó para desnudar la propaganda gubernamental. La propaganda no soportó la lluvia. Después de 3 años de gobierno no hay excusas. Si el dinero alcanza para comprar millones en Bitcoin, ¿por qué no alcanza para prevenir las inundaciones de las calles, colonias y hospitales de nuestro país? Ante esta realidad es que los diputados y sus socios están empeñados en atacar con descaro a cualquiera que cuestione los inminentes fracasos de la actual administración. Pero son ellos quienes día tras día y con un cinismo desbordado se vanaglorian como paladines de la desinformación, sin duda, ellos mienten con facilidad.
Comunicólogo y político