Aunque en la campaña Nayib Bukele prometió gobernar para el pueblo, en estos tres años ha demostrado que el pueblo le da alergia, dadas las escasas ocasiones en que se ha mezclado con los ciudadanos en situaciones difíciles por inundaciones y otros desastres naturales. Se deja ver en las aburridas cadenas nacionales, en las que se felicita por los grandes aciertos de su gobierno, en beneficio del pueblo, para saldar deudas históricas, cuando la realidad dice lo contrario.
Se percibe que tanto el mandatario como sus ministros y diputados están trabajando arduamente para su beneficio personal, para componerse. Porque muchas decisiones que toman y leyes que emite hunden cada vez más al pueblo en la pobreza y en la desesperanza. La reciente iniciativa de la bancada cyan de aumentar impuestos y tasas municipales, para aliviar la precaria situación de las alcaldías, dañará considerablemente la dura situación familiar de los que habitan en los municipios más pobres. Si de veras les preocupa la pobreza ¿por qué no les devuelven el FODES que constitucionalmente les corresponde? La DOM, fracaso largamente anunciado, terminó con instituciones con experiencia, para sustituirlas por novedades inoperantes y costosas. Se sabía que era imposible que la DOM, pudiera resolver las necesidades de los 262 municipios del país. Las quejas de la mayoría de los alcaldes, aún las temerosas y discretas de los de NI, son más que justas y evidentes.
Hasta julio, las escuelas están funcionando sin presupuesto, porque el MINED no se los ha depositado. ¿Qué se hizo la cantidad asignada en el presupuesto? Gracias a la generosidad de los maestros que de su precario sueldo, compran lo más necesario como plumones, cartulinas y artículos de limpieza, y la cooperación de los padres de familia que mediante rifas y otras actividades aportan para remediar las vergonzosas condiciones en que estudian sus hijos. La educación jamás ha sido prioridad para este gobierno, que se ensaña con los que más necesitan sacar a sus hijos de la ignorancia.
En la construcción del penal de Tecoluca, gracias a las declaraciones de un abogado vecino de la zona, sabemos del despojo que han sufrido los campesinos, obligándolos bajo amenaza de cárcel, a vender sus parcelas al precio que el GOES quiso. De igual manera, para favorecer la construcción de un mega proyecto residencial en Nuevo Cuscatlán, los pobladores que tienen muchos años de vivir allí, serán desplazados hasta Rosario Mora. También los habitantes de Mizata deben desalojar para dar espacio a un millonario proyecto residencial. Misma historia los que viven en terrenos destinados a la construcción del innecesario aeropuerto, deben irse, no importa dónde ni en qué condiciones: al gobierno no le importa.
Es en el régimen de excepción donde más ha sufrido la población sumida en la pobreza. Una líder de NI en Ahuachapán, cuyo marido, que trabajaba edificando tumbas en el cementerio municipal, fue detenido, con suma tristeza afirma que como viven en una champa, estaban ahorrando para construir una mejor vivienda, teniendo ya $190.00. Gracias a la decisión presidencial de mantener este injusto régimen, ha gastado $190 en alimentos y $400 en transporte y pago de abogados, porque los papeles para demostrar arraigo, deben ir autenticados. Este es uno de los cientos de casos de madres que lamentan la precaria situación en que les ha dejado la detención de un familiar, y la angustia de que sea una funeraria la que les informe de la muerte de sus parientes. Caso dramático el de una familia, que recibió el cadáver de un joven que estuvo 10 días en el hospital, con evidentes señales de tortura. ¿A quién en el gobierno le importa la muerte de tantos salvadoreños humildes, y la tragedia que se cierne sobre sus familiares desamparados? Porque Bukele y NI están gobernando contra el pueblo. Como dijo la diputada Claudia Ortiz: ¿Cómo pueden dormir tranquilos cuando están causando tanto dolor al pueblo necesitado?
Maestra