El martes 16 de enero se cumplen 32 años de la firma de los Acuerdos de Paz, que terminaron con la cruel guerra que durante 12 años llenó de sangre nuestra tierra y de luto a miles de familias salvadoreñas, y que Bukele se atreve a calificar de farsa.
Confiando en su popularidad, magnificada por millones invertidos en falsa propaganda, el candidato ilegal a la presidencia, está poniendo todos los medios con que dispone el poder, para asegurar los votos. Aunque no tiene oposición, está gastando $7.9 millones contratando 500 camiones para repartir víveres a los damnificados de la Tormenta Pilar, que ocurrió en octubre, cuando no se les dio ninguna ayuda, por no ser época electoral.
Los miles de salvadoreños a quienes el bukelato no ha querido ayudar, a pesar de engañarlos con falsas promesas, ¿lograrán olvidar la precaria situación en que viven con bolsas de alimentos y votarán por NI? Al gobierno le ha importado el agro, el magisterio, los pescadores, los alumnos del sector público, los enfermos en condiciones inhumanas, y los miles de pensionados afectados.
Se perdió el 75% de la cosecha de maíz del 2023, no solo por el cambio climático sino por la falta de políticas públicas para el agro. Las gremiales recuerdan que desde que Bukele asumió la presidencia les advirtió que no se reuniría con ellos, ni consideraría sus recomendaciones. Así su Viceministro de Agricultura y Ganadería ha acusado a los líderes gremiales de activistas políticos, que se dican a alarmar a la población, por hacer eco de las advertencias de organismos internacionales, que señalan a que en El Salvador podría desatarse una hambruna. El Viceministro asegura que la producción nacional está aumentando.
Más de 500 pescadores de La Libertad no han podido trabajar durante 4 meses, desde que el gobierno cerró el muelle en septiembre 2023 por un fuerte oleaje que lo dañó, prometiendo un bono de $360 a cada pescador afectado y la reparación del muelle, lo que ha sido una mentira más. Han intentao entrar al mar por otras playas, pues tienen créditos pendientes y familias que mantener, pero sin un muelle, el fuerte oleaje no les deja entrar al mar.
Aunque el 6 de febrero inicia el año escolar en el sector público, las 72 escuelas seriamente dañadas por la tormenta Pilar en octubre, no han sido reparadas y están clausuradas con la cinta amarilla que prohíbe el ingreso. El titular interino del MINED dijo necesitar $72 millones para reconstruirlas, pero lejos de hacerlo, hicieron un recorte a Educación por $60 millones, que Bukele afirmó no ser un recorte, sino una orientación hacia otras carteras. ¿Considera que la inteligencia de los salvadoreños es tan limitada como para creer todo lo que él dice?
Es evidente el desprecio al Magisterio al no concederles el ajuste salarial que por ley les corresponde, pues la respuesta del Ministro de Hacienda de que están prohibidos los aumentos, parece que excluye a los diputados que según el presupuesto 2024 de la Asamblea, con 20 diputados menos, hay aumento en la cifra correpondiente a salarios.
No se ha priorizado la construcción del Hospital Rosales, cuyos fondos ya no aparecen en el presupuesto 2024. No se ha pagado el subsidio a los transportistas, empleados municipales no han recibido sueldo, por falta de FODES. La población jubilada resiente que el GOES sigue aprovechándose de sus ahorros en las AFP, y haya pagado con estos fondos una deuda millonaria del Banco Hipotecario. Para Bukele, es irrelevante que cada trabajador pierda $3,008 de su pensión, al no recibir durante 4 años, ni capital ni intereses de los $9,406.55 que les debe.
¿Será suficiente la popularidad y la entrega de alimentos para que toda esta población dañada por el bukelismo siga votando cyan?
Maestra.