Durante los tres primeros años de gobierno no hemos visto realizarse ninguna de esas obras extraordinarias que prometieron y que llevarían al país a entrar al Primer Mundo, porque cuando no se roba el dinero alcanza, aunque lo extraño es que no hay dinero y nos seguimos endeudando.
Surgen preguntas que nadie sabe quién va a responder ni cómo llevará a cabo lo prometido, que cada día alcanza niveles más estratosféricos.
Ante el éxito de la nueva carretera hasta el Puerto de La Libertad y de la enorme cantidad de negocios relacionados con el mar, el mandatario anuncia que próximamente la Carretera del Litoral, la de los cinco túneles será ampliada a cuatro carriles. Suena fabuloso, pero ¿hacia qué lado crecerá la carretera panorámica? Por un lado está el mar y por el otro una imponente montaña de piedra, que hizo necesaria la construcción de los túneles. Algunos recordamos las enormes dificultades que presentó su construcción, y que la empresa norteamericana a cargo del proyecto se declaró en quiebra. Nadie está en contra de un proyecto tan excelente, solamente sería bueno saber cómo se realizará.
Sin embargo, no hay proyecto de aumentar más carriles a la carretera que va al oriente, hacia la frontera con Honduras, actualmente de dos carriles, y que es dolor de cabeza para los que deben circular con el tráfico pesado de unidades de carga y trailers, lo que sería de gran beneficio para los sufridos usuarios.
Nadie sabe por qué se destruyó el CIFCO de tanta utilidad con las ferias populares de Consuma, Villa Navideña y los conciertos en el anfiteatro. El mejor hospital de América Latina, con un costo millonario sin mayor información a la ciudadanía con cuyos impuestos se construyó, hoy es un cascarón vacío. Esto contrasta con la dramática situación del sistema de salud del país, con instalaciones vergonzosas, con pacientes en el suelo, esperando horas, días o semanas para ser atendidos. ¿Por qué no sigue funcionando el HES? Si el equipo y el personal fueron llevados de otros hospitales, y hoy han sido devueltos. ¿Por qué el maquillaje a los antiguos pabellones de la Feria resultó tan caro? El vacunatorio, en el estacionamiento del CIFCO se construyó sin saber para qué iba a servir. Mientras en muchos países se construyeron hospitales de campaña para enfrentar la pandemia, aquí había que demostrar lo grandioso de las Nueva Ideas.
¿Qué pasó con los kioscos de la Chivo Wallet? ¿Y las cabinas de vacunación que costarían $5 millones y luego se transformarían en bibliotecas móviles? De los proyectos del Tren del Pacífico y del Aeropuerto únicamente se conocen los lamentos de los pobladores despojados de sus tierras de cultivo, o de sus casas de habitación, y la promesa de un pago muy por debajo de su valor real y comercial. ¿Cómo oponerse a órdenes superiores, y la llegada de maquinaria que empieza a remover tierra y a destrozar cultivos? Y la angustia de las comunidades desplazadas, que sufren la contaminación de sus ríos, por la construcción del megapenal en Tecoluca.
¿A cuántos cientos de millones asciende la extraordinaria recaudación fiscal que el Ministro Zelaya ha anunciado? ¿Podrá el GOES cumplir con anticipación sus compromisos de deuda, y mantener los subsidios prometidos? Sin explicación la imprudente implementación del Bitcoin, como moneda de curso legal, vigente tras una sesión relámpago de la bancada cyan, aprobada con dispensa de trámites, y sin mayor estudio, ya que los diputados no tenían ni idea de qué era el Bitcoin. Nadie sabe las razones de tanto desacierto ya que una característica de este gobierno ha sido poner reserva a todo lo que signifique rendición de cuentas, favoreciendo así la corrupción.
Maestra.