En la parábola bíblica, el Rico Epulón en el infierno pide a Abraham, en cuyo seno descansa el pobre Lázaro, que le permita bajar y mojar con el dedo su lengua ardiente. Abraham le explica que es imposible porque entre ambos lugares hay un abismo insalvable.
También en El Salvador hay dos mundos separados por un abismo. Uno con alfombra roja, custodiado por militares y los favoritos tratando de mantener su puesto y sus prebendas, alabando y adulando al mandamás. El otro, frente a los penales de Izalco y Mariona, donde multitud de desposeídos aguantan sol, lluvia, frío y la angustia de enjaranarse para malcomer y comprar el kit de limpieza y alimentos para sus seres queridos injustamente capturados y tildados de terroristas por un gobierno que se jacta de estar ganando la guerra contra las pandillas. El temor de tenerlos entre los 39,000 capturados, más la amenaza de recibir la oferta de servicios de una funeraria para entregarles un cadáver con señales de tortura.
Pero el 1° de junio algo unió a esas dos realidades. El discurso de Bukele en la Asamblea, sobre su primer año de gobierno y las maravillas realizadas, pudo ser captado en la oscuridad, en la pantalla de un celular, dando lugar a comentarios anónimos, por temor a represalias. “Yo ya no tengo miedo de los pandilleros, sino de los policías”, “Yo quisiera que el Presidente fuera un hombre normal por un día, que tuviera su negocio y viera lo que le pasa”, “Antes me emocionaba, hoy ya no. Ni loca le diera el voto”, “¿Vea que él, aunque el pueblo lo elija nuevamente, no puede? ¿Que no, en cumpliendo 5 años tiene que irse?” “Solo a hablar paja llegó”. Al oír las porras de la barra en la Asamblea, comentan “que a saber cuánto les estarán pagando a cada uno”.
Una mujer lamenta que su esposo comenzó legalmente su negocio de taxista hace 14 años. Pero siempre tuvo acoso de los policías quitándoles las placas y exigiéndole hasta $100 para no llevarse los carros. Lo capturaron y llevaron a Izalco y luego a Quezaltepeque. Los vehículos están tirados en Changallo. Para muchos, el gasto en medicinas ha sido inútil, porque los custodios no se los entregan. Una mujer a quien permitieron entran al Hospital Mazzinni a ver a su hermano, lo encontró hinchado y con bolsas de hielo… “No te me vayas a acercar porque después me van a pegar a mí”. Lo confirmó el policía: “Si no se va después nos vamos a entender con él”. Aunque el Ministro de Seguridad considera que “siempre hay muertes dentro de los penales. Solo aquí se hace un evento trágico, cuando un privado pierde la vida”. Pero no dice que aquí mueren por las torturas y maltratos de las autoridades.
No se oyen las exigencias de la caminata ecológica de ambientalistas que marcharon hacia CAPRES para pedir políticas públicas que no comprometan el medio ambiente ante la actitud pasiva del MARN, autorizando proyectos habitacionales que no benefician a la población, pero privilegian el dinero. Las barreras nos les permitieron llegar a CAPRES, y únicamente entregaron una carta con miles de firmas.
El Lic. Alberto Velázquez Trujillo, director regional para Centroamérica de COFOA, lamenta la indiferencia de la DOM por llevar proyectos a cantones y caseríos en los departamentos. El 23 de mayo llegaron a la DOM más de mil personas, que antes habían se habían anunciado con un pliego de peticiones. Y aunque fue un lunes, día laboral, las instalaciones estaban cerradas, y tuvieron que dejar el escrito bajo una puerta, pues se negaron a entregarlo a un guardia de seguridad.
NO SE OYE parece ser la respuesta del bukelismo a las justas peticiones del pueblo que se sigue contentando con migajas, y no entiende que la causa de sus problemas es el voto que le dieron para que hiciera de este país, su patrimonio personal, sin ley alguna que lo detenga.
Maestra