PUESIESQUE…todavía no termino de superar tanto el asombro como la risa que el señor Félix Ulloa, vicepresidente de la República, haya asegurado, la semana pasada, que la Constitución tiene, al menos, un “artículo escondido”.
En efecto, en una entrevista radial, al comentario de uno de los entrevistadores, el exponerle que el presidente mismo insistía, hace pocos años, que en El Salvador no existe reelección presidencial inmediata o continua, el señor Ulloa aseveró que ello fue porque el señor Bukele no había leído el artículo de la Constitución, pues -dijo Ulloa- “(…) es un artículo que estaba escondido, que no había salido a la luz y no se sabe”.
Así que, según Ulloa, la Constitución salvadoreña funciona como un ESCONDELERO CONSTITUCIONAL: todos jugamos de niños a escondelero o a escondidas, ese juego infantil prácticamente universal -escondidilllas en México, hide and seek en Estados Unidos, nascondino en Italia, esconde en Brasil, tukáékañy en guaraní-, en el cual, algunos de los niños se esconden y otros deben buscarlos.
Así que, de acuerdo a Ulloa, la Constitución es como jugar escondelero, ya que, según él, millones de salvadoreños no vimos nunca, durante más de 39 años, un artículo que habilita la reelección presidencial inmediata, pero que él es un nigromante que logró descubrirlo en favor de su amado líder mesiánico que habla con Dios.
Si lo queremos ver en clave más reciente, al modo de las películas de los superhéroes de Marvel, Ulloa considera que la Constitución en como el Libro de Vishanti, que contiene fórmulas mágicas y concede acceso a secretos ancestrales: según Ulloa, él descubrió que la Constitución, contrario a lo que dicen expresamente al menos 6 artículos, sí autoriza la reelección presidencial inmediata, esto es, que la persona que ocupa el cargo de presidente de la República sí puede continuar en el puesto al menos 5 años más (aunque en realidad, Ulloa quiere que el actual presidente siga en el cargo de modo vitalicio).
Seamos francos: la espuria declaración de Ulloa no tiene ninguna base. En El Salvador, uno de los principios indispensables del sistema político y constitucional es el principio de alternabilidad en el ejercicio de la presidencia de la República, esto es, que cada cinco años debe existir, obligadamente, cambio en la persona que ocupa la presidencia.
Así, la niña Tenchita (como ustedes saben, es la señora a quien le compro las tortillas) me dijo la semana pasada: “Mirá, bicho (ya les he contado que ella me puede decir como quiera), ¿qué es la tontera esa de la reelección del presidente? ¿cómo que hay artículos escondidos en la Constitución? Mirá vé, yo solo estudié hasta sexto grado, pero sí entiendo que no hay reelección en el presidente. Lo que siempre he sabido que, por muy buena gente que sea el hombre, a los cinco años de presidente debe irse a su casa. ¿Verdad que es así?”. Por supuesto que sí le contesté.
Así que, en realidad, la declaración de Ulloa, amén que constituye una enorme ridiculez, es un insulto a la inteligencia de los salvadoreños: el régimen dictatorial menosprecia a tal grado a los salvadoreños, que imagina que les creeremos cualquier tontería que ellos digan. Para Ulloa, las mujeres y los hombres salvadoreños son unos tontos que aceptarán toda bobería que provenga de Casa Presidencial (para el presidente, los salvadoreños somos desechables, solo somos un “margen de error”).
Al respecto, como hemos insistido, en El Salvador, el sistema político y jurídico no permite la reelección presidencial inmediata, y así lo disponen al menos los artículos 88, 154, 248, 75 (ordinal 4º), 131 (ordinal 16º) y 152 de la Constitución, amén que no está previsto, en ninguna norma constitucional, que el presidente pueda presentarse a reelección, como si se prevé sobre otros funcionarios estatales, como diputados o magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Por ello, el discurso de Ulloa únicamente es un estéril esfuerzo por blanquear el barrizal que constituye la nueva candidatura del actual inquilino de Casa Presidencial (CAPRES): como en CAPRES saben que la reelección presidencial inmediata está prohibida, al grado que ellos mismos así lo han sostenido por años, ahora se les ocurre decir que “han descubierto” un nuevo artículo de la Constitución, que “han sacado a la luz” esos artículos escondidos. Vaya cinismo de los funcionarios gubernamentales.
Y es que, en realidad, el actual presidente desea seguir en el puesto de presidente porque es la única forma, por un lado, que le permite continuar, en provecho de él y sus cheros, en lo que Estados Unidos ha denominado un esquema de corrupción a gran escala; y, por otro lado, en conservar la impunidad ante eventuales responsabilidades.
Por eso es que ahora sale Ulloa a querer justificar el cambio de reglas: cuando tanto Bukele como él juraron cumplir con la Constitución, ya sabían que la reelección presidencial inmediata está prohibida, así que como hoy no quieren admitir la vergüenza de su cinismo, salen con la ”locura” de los artículos escondidos.
¡NO REELECIÓN!
Abogado constitucionalista