Por Argentina, y los primeros meses del gobierno de Javier Milei suelen ocupar primeras planas y muchos comentarios en redes sociales.
Sin ir más lejos, el pasado 9 de mayo fue convocada por los sindicatos una huelga general en contra de las políticas de ajuste económico llevadas a cabo por Milei en sus primeros meses de gobierno.
Argentina vive una recesión económica y una tasa de inflación interanual de casi trescientos por ciento (¿nada nuevo?). Por otra parte, debido a miles de despidos de empleados públicos y otras medidas de ajuste en el presupuesto, el gobierno cerró el primer trimestre del año con superávit, algo que no se daba desde el año 2008.
Además, Milei no hizo ajustes al presupuesto estatal de 2024, pues simplemente adoptó el del 2023 haciendo recortes. Como es de esperar, con una inflación de tres dígitos, los sueldos presupuestados han perdido proporcionalmente capacidad adquisitiva y las instituciones estatales están en un atolladero importante. Una inflación heredada de la administración anterior, es verdad, pero que no ha sido atajada y que genera más problemas que los que la devaluación del peso hubiera podido resolver.
Así las cosas, tanto en Argentina como en algunos medios de comunicación extranjeros, últimamente ha aparecido un tema peculiar, la gente se pregunta si su presidente tiene cuatro o cinco perros como mascotas… una discusión que a primera vista parece una tontería pero que, cuando se le mira más de cerca, resulta que tiene su enjundia.
Tanto que en la última biografía publicada: “El loco. La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina”, Juan Luis González arranca el prólogo trayendo a colación a Conan, el difunto perro de Milei, y sus cuatro clones (del perro), que el presidente se hizo hacer en una clínica especializada en Estados Unidos para “paliar” la ausencia de su “hijo de cuatro patas” -como Milei le dice- fallecido en el año 2017.
La anécdota surge porque cada vez que le preguntan sobre el número de sus mascotas Milei dice que son cinco: Conan (el original), Milton, Robert, Lucas y Murray… pues sigue contando entre los vivos al primero de todos ellos.
Así las cosas, en una conferencia rutinaria de prensa llevada a cabo a finales de abril, un periodista preguntó al vocero presidencial si los perros del presidente son cuatro o cinco… a lo que respondió un tanto airado: “con respecto a la cantidad de perros que pueda tener el presidente Milei, no entiendo qué te cambia que sean 4 perros, 5 perros o 43 conejos ¿cuál es la diferencia?”
Una respuesta que ha alimentado la polémica desde la anécdota y el meme hasta cuestionamientos del tipo “acá hay un tema de la salud mental del presidente. No es un tema de él cuando dice tener cinco perros y tiene cuatro. Es un tema de todos los argentinos, los que lo votaron y los que no lo votaron”, como señaló Juan Luis González en una reciente entrevista que dio a la agencia AFP.
Una discusión, la del número de perros presidenciales, muy conveniente para quitar presión a la difícil situación económica por la que atraviesa Argentina, una especie de cortina de humo mediática -típica de coyunturas problemáticas- y tabla de salvación de cualquier gobierno que desea enfocar la opinión pública en asuntos diversos, y lejanos, de los verdaderos problemas.
De hecho, la mentada conferencia de prensa fue justo antes de la huelga general del 9 de mayo. En ella Manuel Adorni ratificó el rumbo de las impopulares medidas económicas que el gobierno está tomando, argumentando que son necesarias para recuperar lo que Milei llama libertad económica.
Pero de las medidas y otros temas se escribió poco tanto en Argentina como en el extranjero, y fue el asunto de los perros el que acaparó el protagonismo de la noticia.
Ingeniero/@carlosmayorare