Por Viajaremos al pasado con una visión puesta en el presente; hablar de paleontología en El Salvador es mencionar al paleontólogo salvadoreño Juan Carlos Cisneros. Para muchos, su nombre resulta desconocido; sin embargo, estamos ante uno de los más grandes científicos salvadoreños que describe en un libro cuáles fueron las especies cuyos restos fueron hallados cerca del río Tomayate, en el municipio de Apopa, del departamento de San Salvador.
El lugar es, hoy por hoy, el depósito de vertebrados más grande de Centroamérica. Se lee: “El salvadoreño Juan Carlos Cisneros, doctor en ciencias de la tierra por la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo, Sudáfrica) explica en el libro "Los fósiles del Tomayate" cuál pudo ser el origen de ese yacimiento paleontológico descubierto casualmente por un albañil en 1999 en el municipio de Apopa, parte del Área Metropolitana de San Salvador. A pesar de que era herbívoro, su dentadura tenía unos enormes caninos. El cráneo y algunos huesos del esqueleto de 'Tiarajudens eccentricus' fueron encontrados en la localidad brasileña de Tiaraju, en el estado de Rio Grande del Sur, en la frontera con Uruguay. Su nombre significa 'dientes de Tiaraju' y hace también alusión a la singularidad de su morfología ('eccentricus”).
"Es un animal muy extraño”, el investigador Juan Carlos Cisneros, autor principal de esta investigación que esta semana publica la revista 'Science'. "Lo primero que nos llamó la atención fue la dentadura, que reúne características de un animal carnívoro", explica en conversación telefónica desde Brasilia”.
Estos descubrimientos nos enseñan que la antropología nos entrega un pasado que, gracias a hombres de ciencia, estamos conectados con la historia.
El paleontólogo Juan Carlos Cisneros, quien descubrió este fósil, quedó perplejo ante esta extraña combinación. Aunque asociamos los dientes de sable con carnívoros, el Tiarajudens eccentricus desafía esa expectativa. Sus dientes, diseñados para triturar y procesar hojas y raíces fibrosas, parecen ser la clave de su éxito evolutivo ¡Un vegetariano con dientes de sable! Como se puede analizar a través de la paleontología nos demuestra que la antropología somos todos.
Pareciera que hablar de antropología es pasado cuando ejemplos claros nos dicen que todas las actividades que el hombre realiza por sencilla que parezca es antropología pura. Nuestro país es rico en festivales, fiestas patronales, celebraciones religiosas y muchas más actividades; si entramos a la gastronomía, El Salvador tiene una antropología gastronómica envidiable, se puede ver que casi en cada pueblo o cantón hay tradiciones que se mantienen de generación en generación y sería un estupendo trabajo que se realizara la recopilación de recetas ancestrales como el famoso atol shuco y tantas delicias para que no se pierda esa parte de la antropología gastronómica o culinaria.
Nuestro Museo Nacional debe ser protegido y buscar ser enriquecido. Lamentablemente, el Centro Histórico guarda un patrimonio enorme, pero poco se habla de ello y debemos escarbar en todo lo que los científicos y arqueólogos salvadoreños señalen, para que El Salvador sepa cuán importante es la antropología. Otro ejemplo para los investigadores: ¿Por qué en ciertas zonas del país hay una población blanca, rubia y con ojos verdes? La endogamia en estas zonas es muy común dando paso a que, el linaje europeo predomine; poco se ha investigado de los asentamientos europeos en la zona alta de Chalatenango y en otros departamentos. Otro punto más que sencillamente es antropología.
Médico.