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EPAPER SUCESOS 2024|Diáspora salvadoreña|COSAVI|Turismo

“Yo no olvido al año viejo...”

Muy poco bueno dejó el 2024 para los salvadoreños, con la excepción de los diputados NI que cargan sobre  su conciencia haber aprobado leyes totalmente dañinas para la población,  habiéndose atrevido a  adornar el salón azul de la Asamblea con una invocación a Dios que es casi una blasfemia. 

Por Teresa Guevara de López
Maestra

El último día del año  se oye el alegre ritmo de la vieja canción: “Yo no olvido, no, no, no al año viejo, porque me ha dejado cosas muy buenas.  Me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra..”  ¿Cómo recordaremos el  2024, o  quisiéramos olvidarlo?  Dejó crueles heridas en muchos salvadoreños, especialmente los más pobres, y en muchos que se vieron condenados ser pobres  por decisiones del bukelismo.

Para llegar a un acuerdo con el FMI, se le exige disminuir el aparato estatal, ya que NI desde el 2019 ha gastado mucho más de sus ingresos, siendo lo recaudado en impuestos cifras mayores que en años anteriores- Hasta octubre los gastos superaron a los ingresos en $463 millones, ingreso por remesas de $20 millones diarios,  el  saqueo al fondo de pensiones que casi alcanza $20,000 millones, y una deuda externa que roza el 87% del PIB. Pero  la manera como se ha quitado grasa al estado ha sido despidiendo a casi once mil trabajadores del sector público.

Una bofetada que ha dejado a  miles de familias sin su único ingreso, en vísperas de Navidad, y muchos sin la compensación de ley ni el aguinaldo, cuando lo lógíco y justo que todos esperaríamos,  era que se suprimieran los millones desperdiciados  en propaganda para exaltar la figura presidencial y sus decisiones, tanto en el país como en el extranjero, que desaparecieran los miles de troles que en las redes sociales anuncian grandes logros del gobierno que son inexistentes, y otros tantos que se dedican a denigrar e insultar a quienes se atreven a pensar diferente y a criticar los evidentes desaciertos del mandatario.

El 2024 deja a cientos de familias sin su vivienda o su negocio, porque el estado la expropia, sin pagarle su verdadero valor, para construir un innecesario aeropuerto, una mega cárcel, un centro histórico turístico o el Viaducto Los Chorros, cuya construcción ha cobrado varias vidas y trabajadores heridos, lo que pone en duda las condiciones de seguridad de la empresa extranjera a cargo del proyecto.

Queda dolor en miles de personas, unidas en el MOVIR, que lloran por sus familiares desaparecidos, de los muertos bajo custodia del Estado, de los torturados en las cárceles, que entraron caminando y salen en una caja sellada, o en calidad de cadáveres vivientes, para llegar a morir en sus casas. Termina el año con muy poca esperanza de un país desarrollado, ante el desprecio  de NI por la salud, con hospitales  desabastecidos,  un moderno hospital  vacío,  el despido de cientos de médicos, sin fondos para pagar el seguro prometido a los trabajadores de la salud fallecidos en la pandemia.

NI en 2024 sigue manteniendo al pueblo en la ignorancia, para conservar sus votos  y  contentarlos con limosnas de bolsas de alimentos y juegos de artificio.  Las escuelas en ruinas, los maestros mal pagados sin proyectos de capacitación, y los alumnos  engañados,  saliendo como bachilleres sin los conocimientos necesarios para seguir estudios superiores, más la condena a muerte  de la UES, al quitarle su presupuesto, dañando una institución que se ha distinguido por sus programas de investigación.

Muy poco bueno dejó el 2024 para los salvadoreños, con la excepción de los diputados NI que cargan sobre  su conciencia haber aprobado leyes totalmente dañinas para la población,  habiéndose atrevido a  adornar el salón azul de la Asamblea con una invocación a Dios que es casi una blasfemia.  Pero Dios que vela por este pueblo que lleva su nombre y le invoca con devoción, no permitirá que este año 2025 sea tan malo como el anterior, con los salvadoreños unidos para lograrlo.

Maestra.

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