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Columna Transversal: Pacifismo versus solidaridad

A Putin hay que detenerlo. No sólo por el bien de Ucrania, sino de toda Europa y de un orden mundial de seguridad y paz. Y los ucranianos solos no lo van a poder hacer.

Por Paolo Luers
Periodista

Hay una controversia en Alemania, con discusiones muy polémicas, sobre cómo enfrentar la guerra en Ucrania. Alemania, bajo la dirección de Olaf Scholz, se tardó mucho para tomar la decisión de abastecer a Ucrania con las armas que necesite para defenderse. En este momento, un grupo de 28 prominentes intelectuales y artistas alemanes le dirigieron una carta abierta rechazando esta decisión. Le exigen que Alemania no entregue armas a Ucrania y que Scholz ejerza su influencia para que los países de la Unión Europea y de la OTAN “dejen de crear hechos que podrían provocar a Putin y generar una guerra nuclear”.

Los autores (encabezados por Alice Schwarzer, la fundadora del feminismo alemán, y figuras tan respetadas como el escritor Martin Walser y el director de cine Alexander Kluge) advierten que al seguir armando a Ucrania se correrá “el riesgo de una tercera guerra mundial”.

Según los autores, existe “un imperativo categórico (para Ucrania y la OTAN) de no asumir el riesgo de una escalada de esta guerra a un conflicto nuclear”. Sostienen que “la entrega de armas pesadas a Ucrania puede convertir a Alemania en fuerza beligerante y provocar una reacción militar de Rusia, lo que obligaría a toda la OTAN a también responder militarmente”. Esto sería el escenario de una nueva guerra mundial, posiblemente nuclear.

Además, la carta abierta señala a los ucranianos que “su resistencia, aunque sea legítima,  causa un grado de destrucción y sufrimiento a la población civil que es inaceptablemente desproporcional”.

Aparte del llamado al gobierno ucraniano de dejar de pelear una guerra que, según los firmantes, de todos modos no podrá ganar, la más controversial tesis de la carta es que “la culpa de la guerra se convierta a una confrontación nuclear no sería únicamente del agresor (Rusia), sino también de Ucrania y los países que la apoyan con armas, que le dan al agresor (Putin) un motivo para acciones eventualmente criminales”.

En la prensa alemana han salido respuestas de indignación y rechazo a esta carta. El mismo Olaf Scholz aprovechó su discurso en el acto central de los sindicatos alemanes del 1 de mayo para decir: “Yo respeto el pacifismo. Pero lo que en esta carta plantean es un pacifismo ahistórico. Vamos a dar a Ucrania los apoyos que necesita para vencer la agresión”. Robert Habeck, el vice-jefe de gobierno, ministro de economía y dirigente del partido Los Verdes, toma la misma posición, sólo que con un lenguaje más agresivo: “Soy pacifista, pero no comparto este pacifismo vulgar y cobarde”. Una posición sorprendente para el líder de un partido que surgió del movimiento por la paz.

Otros criticaron que en la carta hablan de acciones rusas “eventualmente criminales”, cuando los crímenes de guerra de Rusia contra la población ucraniana ya son ampliamente documentados.

Y el fin de semana pasado tomó la palabra Vladimir Klitschko, el ex campeón de peso pesado ucraniano-alemán, quien al sólo comenzar la invasión rusa se fue para Kiev para apoyar a su hermano Vitali, otro ex campeón de boxeo, quien en 2014 se unió a la revolución democrática en Ucrania y se convirtió en alcalde de Kiev. Los dos son inmensamente populares en Alemania.

En su respuesta a la carta de los “pacifistas”, Vladimir Klitschko escribió en el periódico Frankfurter Algemeine Zeitung: “No nos vamos a rendir”.

En tono indignado, Klitschko responde a los firmantes de la carta: ”Ustedes exigen a nosotros que dejemos de resistir y mejor depongamos nuestras armas, para evitar una tercera guerra mundial. Déjenme aclarar algunos puntos: Nosotros no comenzamos esta guerra. En su locura imperialista, Putin decidió asaltar y conquistar un país libre e independiente de Europa. Vamos a pelear hasta que los rusos salgan de nuestro país. Para esto, necesitamos armas. Los alemanes han decidido a ayudarnos a defender nuestra libertad. – y esto los honra. Han entendido que nosotros estamos defendiendo los valores europeos con vidas ucranianas y que es tiempo de que podamos hacerlo con armas europeas”.

Luego apareció, en el semanario Die Zeit, una nueva carta abierta, firmada por otro grupo de intelectuales, académicos y artistas, urgiendo al gobierno alemán a aumentar y acelerar el suministro de armamento a Ucrania. Los autores rechazan la tesis de que para evitar una confrontación con Rusia hay que permitirle que salga con la suya conquistando.

¿Mi opinión sobre todo esto? A Putin hay que detenerlo. No sólo por el bien de Ucrania, sino de toda Europa y de un orden mundial de seguridad y paz. Y los ucranianos solos no lo van a poder hacer.

Periodista.

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Alemania Invasión De Rusia A Ucrania Opinión

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