Febrero contempla una fecha especial que enmarca la celebración de una rama profesional que tiene un protagonismo relevante en la Sociedad: el abogado. Se suelen brindar diversos conceptos para definir lo que es un abogado, desde la perspectiva filosófica hasta la científica, mutando periódicamente con base a la demanda de necesidad a nivel social.
El abogado puede llegar a ser dentro de su rol en la sociedad un oficial del sistema jurídico, un representante de clientes, un ciudadano público que busque salvaguardar y demandar que existe siempre calidad de la justicia, un consejero y orientador, hasta llegar a explicar e interpretar la ley. Si partimos de los ideales de un sistema democrático, como parte fundamental para la vida y en donde la fe en la justicia es considerada factor determinante para una sana y prospera convivencia social, el cumplimiento de los deberes por partedel abogado recae en la responsabilidad de sumar positivamente para mantener un orden jurídico integro y eficaz, que goce de total confianza y apoyo de la sociedad.
Por ello, el abogado debe ser exigido en: cumplir con su servicio bajo calidad de jurista en la sociedad como recurso humano al servicio de esta, dirigiendo esta prestación de tal manera que logre la existencia real y no ficticia de un ordenamiento jurídico integro y eficaz. Tener presente todo el tiempo que las diversas actuaciones que ejecute bajo su rol profesional afectan de manera sustancial muchos aspectos de la vida en la sociedad. Deberá reconocer el nivel de interés imperioso por la sociedad que muchas veces le necesita de manera ágil y accesible cuando se le convoque, mostrando una conducta honrosa, diligente y educada. Tener un compromiso solemne e inquebrantable, conduciéndose como buen profesional y velando que la conducta de sus colegas de profesión sea la correcta.
El especialista en las ciencias jurídicas debe obrar con pericia y veracidad, honradez, fidelidad, con celo y diligencia, incluso en las más justas defensas, erradicando métodos irregulares y reprobables que conlleven a conductas ilícitas y prácticas inapropiadas que de un momento a otro acarreen consecuencias negativas para su persona y quienes le brindan la confianza para que les sirva profesionalmente. El profesional en la materia no puede ser objeto de promoción de artículos impertinentes o maliciosos, oscuros y manchados de actos que sean en contra de la ética profesional y humana.
El ser abogado demanda muchas cosas, deberes morales que deben ser palpables a la luz pública, demostrando la calidad profesional y alzando de manera prestigiosa el significado de la profesión. Desde el profesional que ejerce un rol como servidor publico en los sistemas de justicia estatal, los que son recurso humano en el ámbito jurídico para instituciones publicas y privadas, hasta quien se dedica a ejercer una labor loable y de alta vocación como lo es la docencia, que es dicho fuera de paso, la base para construir los cimientos para el desarrollo prospero de futuros profesionales.
El rol del abogado conlleva responsabilidad. Sin embargo, la diligencia y voluntad de cuidar la reputación del ejercicio de la profesión ayuda a que los deberes que la sociedad demanda al profesional de las ciencias jurídicas sean atendidos de manera diligente y ética. Celebrar una fecha alusiva al abogado/a debe instarnos a velar por que los/as profesionales sean sujetos de cambio, garantizando a la sociedad en la que ejercen la profesión, un quantum de garantías legales y morales como salvaguarda principal de su actuación.
Abogado, Master en Tributación Internacional y Asesoría Jurídica de Empresas