Estimados amigos:
Mis condolencias por la muerte de Óscar. Y mi repudio por un sistema penitenciario que en un sólo mes mata a un privado de libertad, negándole la atención debida a su estado diabético. En la nota de El Diario de Hoy titulada “’Santa Claus’ de Sacacoyo murió bajo el régimen”, está bien documentado el caso. Es un relato que da tristeza y rabia...
Impactado por la historia sobre la muerte de Óscar, cometí un error. Sin investigar bien puse en Twitter un reclamo a la alcaldesa de Sacacoyo, Mayra Zetino, por haber publicado una esquela en honor de Óscar –y luego (supuestamente) haberla eliminado. Escribí: ¿Qué clase de gente publica una esquela en honor de un amigo y luego la borra, a raíz de presiones políticas?”. No fue cierto. Yo había buscado la esquela en Twitter, pero ella la había publicado en Facebook -y nunca la eliminó. En Twitter ya borré mi error, pero en este caso no es suficiente borrar la ofensa. Le pedí públicamente disculpas a la alcaldesa. Lo repito aquí...
No sé si la alcaldesa recibió regaños por parte de su partido o de personeros del gobierno por su muestra de solidaridad con un presunto "terrorista". Si los recibió, hay que felicitarla por no dejarse intimidar.
Da rabia saber que una persona fuera encarcelada a raíz de una denuncia anónima –a pesar de que la alcaldesa de su pueblo y también la delegación policial local habían asegurado que había ningún indicio que Óscar hubiera tenido relaciones con pandilleros o de otra manera delinquido. Por lo contrario, aseguraron que era un hombre gentil, generoso, que en cada época navideña servía de Santa Claus para los niños de su pueblo. Es más, la misma alcaldesa Mayra Zetino publicó fotos de ella con Oscar, disfrazado de Santa Claus.
¿Si esto le pasó a Oscar, qué pasaría a un hombre que no es amigo de la alcaldesa y de los policías de su pueblo?
Da rabia que un hombre tan querido en su pueblo y evidentemente inocente, a quien sus vecinos llaman cariñosamente "Oso", fuera sometido a condiciones de encarcelamiento que en un solo mes lo llevaron a la muerte. Sufría diabetes tipo 2. No fue atendido durante 3 semanas de detención, y cuando al fin lo llevaron a un hospital, fue demasiado tarde para salvarlo. La frase más impactante en el reportaje: “Óscar contó (a su esposa en el hospital) que solo dos gasas le habían entregado. Lo anterior a pesar de que su esposa le había llevado dos bolsas de gasas, pues sabía que las necesitaba para curarse el pie diabético”. Esto es un crimen y el responsable se llama Gustavo Villatoro. Es el ministro de Seguridad y hace unos días dijo sin ningún reparo: “Esta gente (los detenidos bajo el régimen de excepción) ni siquiera en 20 años regresarán a las comunidades, no van a salir ni regresar nunca a las comunidades". Bueno, Óscar nunca va regresar a su casa y a su familia.
El caso de Óscar no es el único. Son más de 100 personas que han muerto en las cárceles bajo el régimen de excepción. Ninguno de ellos ha sido condenado, pero igual fueron sometidos a condiciones punitivas tan crueles como nadie las merece, ni siquiera si fuera culpable. Muchos de ellos, como Óscar, murieron a pesar de ser inocentes.
Por eso, esta carta va también a los familiares de todas las víctimas del régimen de excepción, que el país vive ya por un año. A todos mis condolencias y mi solidaridad.
Saludos... Paolo Lüers