Señores guardianes de los secretos:
Han logrado construir un Estado, en el cual todo lo que las autoridades hacen, es secreto. Los gobernantes operan en la oscuridad, protegidos por cientos de leyes, decretos y resoluciones, que declaran "información reservada" a prácticamente todo el quehacer estatal.
El secreto es ahora la regla y no la excepción, como lo manda la Ley de Acceso a la Información Pública, que ustedes ya no aplican. O sea, ustedes simplemente le amarraron las manos y le quitaron los dientes a la institución que aplicaba esta ley. El Instituto de Acceso a la Información Pública sigue existiendo como zombi, la Ley sigue vigente, pero es letra muerta.
La ventaja de este nuevo sistema del Estado secreto, para ustedes que lo controlan, es evidente: Cuando no hay información sobre los asuntos públicos, la propaganda del gobierno puede decir cualquier cosa. Veamos el caso más emblemático: el tema seguridad. Según ustedes, el gran éxito de su gestión: La guerra ganada contra las pandillas; el país más seguro de América Latina. Pero aunque todos los días hablan de este tema -el presidente, sus ministros, los funcionarios, sus medios oficialistas y sus troll centers- no hay información disponible, sólo lo que ustedes dicen. El Plan de Control Territorial, ahora según el presidente en su Fase 6, es un documento que nadie jamás ha visto. Está bajo reserva absoluta. Tal vez ni exista, quien sabe, esto les daría más flexibilidad, cuando a diario hablan de este plan y sus éxitos.
Si el plan más importante de este gobierno, el de Seguridad, no existe, por lo menos no como un documento que se puede leer y discutir, obviamente tampoco -mucho menos- existe la información sobre su implementación. Todo lo relacionado con la guerra contra las pandillas y las diferentes fases del supuesto Plan de Control Territorial está bajo el candado de la reserva absoluta: los números de homicidios y desapariciones; los números de encarcelados en cada penal; las requisiciones de armas; las adquisiciones de la PNC, de la Fuerza Armada, de Centros Penales. Nada de esto se puede saber, sólo se puede especular. Y el gobierno puede decir lo que le da la gana...
Con el otro gran éxito que ustedes reclaman, la lucha contra la pandemia, pasa lo mismo. Mucha publicidad, mucho discurso, pero cero información. Para empezar, el tal Plan Nacional de Salud, si es que existe, es secreto. El plan para combatir el Covid-19, si es que existe, es secreto. Las multimillonarias adquisiciones del Ministerio de Salud y del Seguro Social en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia, bajo absoluto secreto.
Otro ejemplo, otra victoria que ustedes pueden cantar, porque nadie tiene la información necesaria para contradecirles: la reforma de pensiones. Según la propaganda, se hizo luego de realizar estudios exhaustivos. Solo que estos estudios, si es que existen, no son accesibles, están bajo candado, reservadas. Tampoco podemos saber nada sobre cómo van a repagar la deuda, que el gobierno tiene con el fondo de pensiones, unos 8 mil millones de dólares. Aunque ahí, supongo, el problema es que ustedes tampoco lo saben. Entonces, para no decir esto, mejor declarar todo el asunto información reservada...
Así es chiche cantar victorias. Los ciudadanos podemos tener dudas, pero como no tenemos información, no podemos contradecirle al gobierno. Los científicos y expertos en materia de seguridad, salud y pensiones no pueden revisar las políticas del gobierno, ni hacer propuestas, ya que no tienen acceso a la información. Así que ustedes se quedan hablando solos. Muy cómodo para un gobierno, que quiere esconder corrupción, falta de planificación, abusos de autoridad y violaciones a los derechos humanos.
En la oscuridad, que han logrado construir, es secreto de Estado también el desarrollo del patrimonio personal y familiar del presidente. Para esconder estos detallitos, de un solo declararon información reservada todas las declaraciones patrimoniales de todos los funcionarios, si es que las han hecho. Tabula rasa se llama esto, o ‘aquí no ha pasada nada’...
Aquí salió sólo una lista corta de los asuntos que ustedes declararon secreto de Estado. Son muchos más, en todas las áreas del Estado, incluyendo el órgano judicial.
Donde no hay información, reinan la mentira y la propaganda y florecen los rumores. Así es nuestro país a cuatro años de este gobierno.
Espero que ustedes, los guardianes de los secretos, andando en lo oscuro que ustedes mismos crearon, un día se den contra la pared.
Sin más que agregar,
Paolo Lüers