Diputados de Nuevas Ideas:
Hace poco salieron en las redes sociales fotos de miembros de la familia presidencial, rodeados por exagerado números de guardaespaldas - unas con el presidente en una actividad en una playa de Oriente, donde había más gente armada que público; otras de su hermano Karim y otros familiares, bañándose en una playa de Occidente, ocupada por gente armada. Ver estas fotos en redes sociales -y leer los comentarios que provocaron- debe haber sido algo incómodo y hasta embarazoso para ustedes.
En medio de la discusión desatada sobre los dispositivos de seguridad de los Bukele, alguien de ustedes pegó un grito de dolor y rabia: ¡Está en peligro la vida del presidente! ¡La oposición promueve el magnicidio! Y como es su costumbre, todos ustedes se sumaron a la defensa de su presidente, formando un coro legislativo - y éste a su vez provocó que todos sus seguidores y troles en las redes sociales se sumaran valientemente a esta cruzada de defender la vida del presidente.
La ‘prueba’ de que la oposición está planificando un magnicidio contra el presidente Bukele comenzó a aparecer en todas partes en las redes sociales: El video de un tal Alex Umanzor, un salvadoreño radicado en Estados Unidos, en el cual dice que para deshacerse del régimen de Bukele sólo quedan dos opciones: matar al presidente o hacerle un golpe de Estado. De repente a este señor, evidentemente fuera de sus cabales, lo presentan no sólo como vocero, sino hasta como ‘posible candidato presidencial de la oposición’. Por tanto, la conclusión: ¡La oposición quiere matar al presidente! El eco en el mundo de los troles: “Líder opositor ordena pegarle un tiro a Nayib Bukele.”
¿Realmente no se han dado cuenta que este sujeto es un loco? Cualquiera que revisa un par de sus producciones estelares en TikTok se da cuenta que es un tipo atormentado, hablando incongruencias. Es tan probable como candidato a cualquier cargo de elección que Walter Araujo al premio Nobel de Paz.
Es más: Ustedes más que cualquier otro tendrían que saber de quién es Alex Umanzor y qué demonios lo atormentan - porque él fue uno de ustedes, impulsado por los mismos resentimientos e ínfulas de poder suyos. Fue activista de Nuevas Ideas en Estados Unidos durante la campaña de Nayib Bukele - con el mismo fanatismo que hoy demuestra como ‘opositor’, con la misma vulgaridad y el mismo odio.
Cuando ustedes lo presentaron como ‘dirigente opositor’, aparecieron en las redes sociales fotos de Umanzor con la camiseta cian que dice: “NAYIB BUKELE - NUEVAS IDEAS - LOS ANGELES” y con una credencial colgada de su cuello que dice: “Nuevas Ideas - Coordinador”, y luego un selfie de él con Nayib Bukele. Entonces, el tal Umanzor dejó de servirles como prueba de las intenciones de la oposición de asesinar al presidente. Entonces, surgió otra ‘prueba’. La vi por primera vez en el la cuenta de Twitter de Carlos Hermann Bruch, diputado y propagandista de Nuevas Ideas, quien muchas veces es el que da la señal y pauta para campañas de difamación - un hombre que, por muy diferente que sea de Alex Umanzor en su aspecto y su origen de clase, no es tan diferente en su perturbación y sus obsesiones.
Esta nueva ‘prueba’ consiste en la reproducción de un supuesto tuit, que dice “Nos vemos el 15 de septiembre’ e incluye un poster con la foto de Nayib Bukele, a quien apuntan dos pistolas, y con estas letras al estilo de grafiti: “BUKELE DICTADOR TE VAMOS A MATAR.” El tuit que reproduce Bruch es de una cuenta falsa, que usa el nombre y el identificativo, ligeramente alterado, de una persona existente, conocida por sus opiniones críticas al gobierno Bukele. Hacer esto, cuando ustedes tienen preso a otro tuitero y crítico al gobierno, quien fue el que tomó y hizo pública la foto de Karim y sus bodyguards en la playa - esto sí es una amenaza indirecta, pero por nada sutil.
¿Sobre estos elementos ustedes, los diputados, construyen toda una campaña contra la oposición? Veo sus tuits y me da pena ajena. Con este tipo de cosas -magnicidio, golpe de Estado- no se juega, porque pueden provocar locuras.
Sin más que agregar, Paolo Luers