Por Estimados amigos venezolanos:
Ustedes, con gran orgullo, se hacen llamar “el bravo pueblo”. En su himno nacional cantan: “Gloria al bravo pueblo, que el yugo lanzó”.
Hoy es cuando pueden deshacerse del yugo de la dictadura. Hoy o nunca. Lo han tratado de hacer de manera pacífica, a través del voto. Y ganaron las elecciones. Nunca los he visto más disciplinados, más unidos, más responsables. Hasta dirigentes como María Corina Machado, que en otras coyunturas han descartado o incluso boicoteado una salida electoral a la dictadura, sin antes haberla agotado, han asumido liderazgos responsables, poniendose a la cabeza de un movimiento civil, civilizado y maduro. Sin embargo, el régimen chavista no está dispuesto a reconocer la voluntad popular manifestada en elecciones. Hizo fraude y espera que ustedes se resignen.
Este es el momento de mostrar qué el pueblo bravo es capaz y dispuesto para lanzar el yugo. Nadie le cree a Maduro y su Consejo Electoral sus números, ni en Venezuela, ni en el mundo. Ni siquiera los cínicos que felicitan al dictador por su “triunfo” se lo creen. Esto abre una ventana para revertir el fraude y derrotar la dictadura con movilización masiva en las calles, en las universidades, en las fábricas. Es el momento que los ojos del mundo están sobre Venezuela. Es el momento de debilidad extrema del régimen. Es el momento que todos ustedes están unidos. No es el momento para analizar, para discutir diferentes opciones. Solo hay una: Ir a la calle y defender su triunfo electoral.
Un opositor nicaragüense escribió hoy en Twitter: “Ante todo debemos reconocer la valentía del pueblo venezolano que rompió el muro del miedo y se movilizó masivamente.” Es cierto: Ustedes han sido valientes. Pero se queda corto: En última instancia la valentía de un pueblo no se comprueba ante las urnas, con el voto, sino en la calle para para hacerlo valer.
Si no lo hacen valer ahora, jamás se van a deshacer del yugo. La dictadura adquiriría imunidad permanente, y el movimiento de ustedes se va a desintegrar, dividir y morir. Los generales de la FANB respaldan el fraude, pero difícilmente tienen la capacidad ni el valor de llevar al ejército a aplastar un movimiento cívico, que ha mostrado que representa el 70% de los venezolanos.
Si hay un momento que la comunidad inernacional respaldaría un levantamiento popular en Venezuela, es hoy. Pero esta ventana se cerrerá pronto. Los gobiernos latinoamericanos, de Estados Unidos y de la Unión Europea volverán a su actitud de tolerar un régimen dictatorial, una vez que se consolide. No dejen que se consolide. No les cedan la calle. No dejen de gritar. No se resignen. Nunca han estado tan cerca de recuperar la libertad. El camino que han escogido -el pacífico, el electoral, el de la unidad- ha sido correcto, no lo pongan en duda. Pero este camino ha sido bloqueado por el fraude. Hay que desbloquearlo para seguir caminando hacía una transición democrática.
No se trata de venganza, sino de justicia. No se trata de aplastar al pueblo chavista, que también es una realidad, sino de remover su cúpula, que tanto se ha alejado de los sueños que despertó -y luego traicionó- Hugo Chávez.
He dudado mucho si tengo el derecho de decirles estas palabras. Tal vez ni siquiera eran necesarias. Sé que no me corresponde darles consejos. Pero me atrevo hacerlo, porque en mi país, El Salvador, vamos a llegar a situaciones similares. Tendremos que decidir cómo salir de una dictadura que se va consolidando. Tendremos que aprender como ejercer nuestro derecho a la resistencia, que nos da la Constitución, más bien como un mandato.
Escribo esta carta a los salvadoreños igual que a los venezolanos. Los dictadores se aprovechan de nuestros compromisos con soluciones no violentas y civilizadas. Los ven como debilidad. No dudan en reprimir, no dudan en usar el fraude electoral, para quedarse con el poder. No lo permitamos.
Saludos, Paolo Luers
Posdata: El apoyo que en nuestro país da al fraude de Maduro el FMLN, no expresa por nada el sentir de los salvadoreños.