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Carta al nuevo ministro de Cultura/Misión: no estorbar

Es claro que no eres calificado. Punto. Y así como está el Ministerio de Cultura, bajo la sombra de la primera dama y el látigo de Suecy Callejas, no se necesita un ministro calificado. Ellas necesitan un ministro que no estorbe. Las ideas, las concepciones, los proyectos se deciden entre estas dos mujeres del círculo interno del poder.

Por Paolo Luers
Periodista

Ciudadano Raúl Neftalí Castillo:

Muchas veces en las cosas pequeñas se muestran los problemas de fondo. Ha sido nombrado ministro de Cultura alguien que tiene bloqueado en Twitter al historiador Héctor Lindo. Estoy convencido de que a Héctor le importa un carajo. Pero detengámonos un momento: ¿Qué significa este hecho? Significa que tendremos un ministro de Cultura que quiere silenciar a uno de los académicos salvadoreños más importantes para la vida cultural del país. O tal vez no tenga idea de quién es Héctor lindo y solo se dio cuenta de que publica videos que no le gustan al jefe máximo.

Estoy hablando de ti, Raúl Neftalí Castillo, el hombre que supuestamente regirá la política cultural del país, profesor de informática que no entiende -o no aguanta- las aportaciones críticas de un historiador.

Qué extraño que no me hayas bloqueado a mí. No sé si tomarlo como halago o como insulto. Hasta Casa Presidencial me tiene bloqueado.

Digo supuestamente, porque está claro que tú no vas a dirigir la política cultural del país. Primero, porque no la dirige el ministerio de Cultura, sino la diputada Suecy Callejas y Gaby, la primera dama. Segundo, porque de todos modos no existe ninguna política cultural. Lo que ellos llaman así no es más que otro eje de su sistema de propaganda e indoctrinación, combinado con promoción del país como destino turístico. Por eso estaban discutiendo incluso fusionar los ministerios de Cultura y Turismo. Buena idea, podrían llamarlo Ministerio de Folclor.

Casa Presidencial, en un comunicado, explica lo que entiende como política cultural: “(El) Ministro Castillo tendrá el mandato de impulsar los valores familiares y patrióticos, que son prioridad en la agenda del Presidente”.

Contrarrestemos esto con la definición académica de cultura: “Conjunto de conocimientos que permiten desarrollar el sentido crítico y el juicio” (RAE). Claro, no podemos asumir que los que redactan los comunicados de Casa Presidencial conozcan esta definición de cultura. Aún si la conocieran, no lo entenderían. Y si la entendieran, no la compartirían.

Siendo las cosas así, es evidente que nuestros guardianes de la cultura de “valores familiares y patrióticos” no tienen uso para historiadores, artistas independientes y pensadores críticos. Mejor ni siquiera darse cuenta de sus planteamientos. Así que estás en buena compañía y en total sintonía con el pensamiento del máximo jefe que rige todo, incluida la cultura. Para él, la política de cultura es otro instrumento de control: control de ideas, de contenidos.

Gabriela y Suecy escogieron como ministro a un hombre que, aunque quisiera, no podría cambiar nada de esta instrumentalización de la cultura, las artes, los espectáculos para las masas. Estás formado como técnico de sistemas informáticos y capacitado para enseñar esta materia en la escuela secundaria. Si eres bueno en esta especialidad, te podría ayudar a administrar un ministerio, pero no tienes ningún antecedente que tenga que ver con cultura o con artes. ¡Cómo no!, dice Casa Presidencial: “Como legislador, (Castillo) participó en varias comisiones, incluyendo Cultura y Educación”.

No manchen, como dirían en México. Así como funciona bajo control de Nuevas Ideas la Asamblea, haber sido diputado no califica a nadie para ningún cargo. Y todos sabemos que las comisiones ya no trabajan, no discuten, no analizan y no deciden.

Así que es claro que no eres calificado. Punto. Y así como está el Ministerio de Cultura, bajo la sombra de la primera dama y el látigo de Suecy Callejas, no se necesita un ministro calificado. Ellas necesitan un ministro que no estorbe. Las ideas, las concepciones, los proyectos se deciden entre estas dos mujeres del círculo interno del poder.

No te preocupes, Raúl Neftalí, andarás nadando en la corriente principal de este gabinete: la mediocridad. Para distinguirte, tal vez deberías desbloquear a Héctor Lindo, podrías aprender algo que te sirva si vas a reuniones con ministros de Cultura.

Saludos,

Paolo Lüers

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