Por Estimado ciudadano Bukele:
En el clan Bukele usted siempre ha logrado presentarse como el bueno de los hermanos.
También como el más efectivo, el doer, el que hace y arregla cosas, el que resuelve, mientras su hermano presidente habla y habla y ataca. Le ha funcionado bien esta imagen –hasta el desastre con los Juegos San Salvador 2023. De repente la gente, que le ha dado el crédito del Bukele bueno, se pregunta: ¿Será igual de incapaz, improvisador, egocéntrico y además tóxico que Nayib?
Desde que San Salvador quedó asignado como sede, usted tuvo 25 meses y 24 días para cumplir con la promesa que a nombre del país ustedes hicieron a los deportistas de la región: ofrecerles instalaciones y estadios dignos. También tuvo abundantes fondos asignados por el gobierno. Usted prometió que todas las instalaciones iban a estar listas en marzo del 2023. Hoy inician los juegos y no están terminados los trabajos de construcción. Ahora vemos el vergonzoso espectáculo que nuestro país expone a los deportistas invitados a estadios, piscinas y otras instalaciones, en los cuales todavía están trabajando cuadrillas de obreros. Vemos maquinaria pesada a la par de piscinas, donde las nadadoras se entrenan. Vemos techos recién ‘remodelados’, que no logran detener el agua de una de estas lluvias, que todos los años tenemos en nuestro país.
La maquinaria de publicidad del gobierno va a decir: “Estamos mostrando al mundo una vez más cómo los salvadoreños salimos adelante a pesar de todas las adversidades.” Pero las únicas adversidades incalculables han sido la incapacidad, la improvisación y la corrupción. Todo lo demás fue previsible y pudo resolverse con suficiente tiempo y abundantes fondos.
Me imagino que usted vio venir el desastre, cuando durante este mes de junio los trabajos no avanzaron. Será por eso que perdió su cara de Bukele bueno, cuando los medios comenzaron a señalar los retrasos, las improvisaciones, la falta de liderazgo. De repente usted se olvidó del jueguito del policía bueno y el policía malo y comenzó a actuar igual de tóxico, intolerante y cerrado a la crítica como su hermano, que ha hecho de esto su marca.
Luego de la crisis en la cual usted hundió el fútbol nacional, con su afán de tomar control de esta cosa fantástica que nadie debería controlar y manipular, los Juegos San Salvador 2023 son su segundo fracaso. Cada uno de ellos es suficiente para que un funcionario, cuando no es hermano del presidente, renuncie. Pero como usted es parte de esta
hermanocracia que nos gobierna, esto no va pasar.
Pero el desgaste le quedará, Yamil. Como dicen los alemanes: Der Lack ist ab – se le cayó la pintura. Lo vemos como es: Uno más de los hermanos, que han establecido el régimen más nepotista de nuestra historia. Y como todo sistema nepotista, favorece la corrupción, la improvisación, la arbitrariedad y la falta de rendición de cuentas.
Solo me queda pedir disculpas a los deportistas de Centroamérica y el Caribe que nos visitan. Lo maravilloso del deporte es que va a triunfar a pesar de las adversidades, gracias a ustedes, los deportistas. Ustedes no visitan a un gobierno, ni a la familia Bukele, sino a un país, y este sí los recibe con amor.
Saludos, Paolo Luers