Por Ernesto Muyshondt lleva ya 20 meses encarcelado. Además, en pésimas condiciones. Por razones irracionales el Bukelismo lo quiere destruir.
Muyshondt ni siquiera debería estar en Mariona. El Juzgado Segundo de Instrucción, ante el cual el exalcalde es acusado de asociación ilícita y fraude electoral, le otorgó arresto domiciliario. Esta resolución firme fue anulada ilegalmente por la Cámara Tercera de lo Penal, a raíz de la apelación de un "querellante privado", un sindicato, que no tenía ninguna razón de hacerse parte en este juicio, que nada tiene que ver con asuntos laborales. Por esta misma razón, la jueza del Juzgado Segundo luego eliminó a ese querellante del juicio. A raíz de su decisión de otorgar medidas alternativas a Muyshondt y de sacar del juicio al querellante privado, la jueza fue suspendida de su cargo en enero del 2022.
Todo el procedimiento irregular en este caso contra Ernesto Muyshondt fue declarado violatorio a la Constitución por distintos expertos penales.
Igual es irregular la otra orden de detención, que tiene a Muyshondt en Mariona. Fue dada en el 2021 por el Juzgado Octavo de Instrucción en un caso relacionado con su gestión como alcalde, por “apropiación indebida de retenciones o percepciones tributarias en perjuicio de la hacienda pública”. Esta acusación debería ya ser sobreseída, porque el monto adeudado a Hacienda ya fue cancelado por la alcaldía de San Salvador. La acusación es obsoleta.
Entonces, el hombre está en Mariona por dos razones legalmente insostenibles – o sea por órdenes superiores. Tiene toda la razón del mundo para declararse preso político y entrar en huelga de hambre.
Lo extraño es que nadie lo acompaña en esta lucha desesperada. ¿Ustedes han visto en una de tantas manifestaciones contra la práctica de las detenciones arbitrarias a alguien con un rótulo pidiendo justicia para Neto Muyshondt –algún militante de ARENA, algún exfuncionario que compartió el gobierno municipal con él, algún amigo personal? No, porque no hubo ninguna muestra de solidaridad. La manera como su propia gente ha dejado solo a Neto Muyshondt es escandalosa.
La justicia es para todos, o no es para nadie. En un caso tan evidente de revancha política mediante persecución penal como contra Muyshondt deberían pronunciarse todos, no importando si coincidan con él políticamente o no, o que les caiga bien o no.
La sociedad está cerrando sus ojos, porque se niega a enfrentar la triste realidad que tenemos presos políticos, que se están pudriendo en la cárcel. Y también ante el peligro de que cada vez sean más. Ahora acusan hasta a Fermán Cienfuegos, un ex dirigente guerrillero y firmante de los Acuerdos de Paz, que por cierto no ha hecho nada para molestar al gobierno actual. Tampoco tiene validez la acusación que hacen contra él y la gente de Santa Marta. Es una acusación frívola, que mañana pueden hacerle a cualquier persona que participó en la guerra, en ambos lados. A Cienfuegos lo quieren perseguir para deslegitimar el proceso de paz y transición democrática, del cual él fue protagonista.
Esta es la lógica de esta forma jurídica de persecución: teniendo preso a Raúl Mijango quieren deslegitimar el esfuerzo de los mediadores de la tregua del 2012. Teniendo preso a Muyshondt, quieren deslegitimar y destruir ARENA. Acusando a un dirigente del FMLN tras otro, quieren terminar de liquidar al Frente. Acusando a Fermán Cienfuegos quieren deslegitimar los Acuerdos de Paz.
Cerrar nuestros ojos -y nuestros corazones- frente a esta perversión de la justicia nos va a costar caro. Hay que unir esfuerzos y voces para sacar a Neto de la cárcel.
Saludos, Paolo Lüers