Estimada Eneida:
Todos estamos en deuda contigo, así como con las demás madres, que no descansan y siguen buscando a sus hijos desaparecidos. Las hemos dejado solas.
Pero tú has despertado la conciencia de la sociedad: ante la indiferencia del gobierno, de la fiscalía y de la policía, organizaste la primera Brigada de Búsqueda Ciudadana para rastrear los terrenos boscosos, quebradas y los ríos alrededor de las colonias Dina y Montserrat. Tu hijo Carlos desapareció el 1 de enero de 2022 en la Montserrat. La policía ha suspendido la búsqueda de Carlos hace dos años – ¡pero tú nunca! Vivo o muerto, tú lo quieres recuperar.
Cuando todo El Salvador celebró al Día de la Madre, tú saliste en una radio diciendo: "Este no es un día para celebrar, no hay nada que celebrar. Es un día de lucha, continuamos en la incansable búsqueda de Carlos,a 28 meses de su desaparición".
Aquel 1 de enero del 2022, Carlos salió a correr, como casi diariamente hacía, en la zona del Estadio Cuscatlán. Nunca regresó. Testigos vieron que Carlos fue sometido y secuestrado en un vehículo gris. Mientras la policía nunca revisó las cámaras de seguridad y a los días suspendió la búsqueda, tú familia, amigos y vecinos se desplegaron en la zona, fueron a los hospitales, incluso a la morgue, a estaciones de policía y oficinas de la fiscalía.
Tu perseverancia, paciencia y fuerza han sido ejemplo y estímulo para otras madres y familiares de desaparecidos – y ahora has contagiado a los rescatistas de los Comandos de Salvamento y otros voluntarios a formar una Brigada Ciudadana y hacer lo que la PNC nunca hizo: un rastreo metro por metro en los barrancos, en los ríos, en terrenos quebrados, donde se necesitan equipos de alpinismo y gente entrenada para bajar y subir.
El pasado domingo 19 de mayo, cuando tu Brigada de Búsqueda Ciudadana se reunió en la colonia Dina para iniciar su labor, al fin la PNC se hizo presente. Pero no para incorporarse a la búsqueda ni para ofrecerles a los voluntarios protección o equipos. La policía llegó para investigar quiénes habían organizado esta aglomeración en un espacio público. Tú, quien hace mucho has perdido el miedo -y también el respeto- a la PNC, diste un paso adelante: “Yo, Eneida Abarca, buscando a mi hijo Carlos".
En México, donde las autoridades registran 100 mil desaparecidos, hay miles de madres buscadoras organizadas, que han encontrado cientos de cementerios clandestinos, que la policía no fue capaz de ubicar.
Hasta la fecha, la búsqueda tuya no ha dado frutos, Eneida. Pero ha sentado un ejemplo. Ha despertado la conciencia de muchos. La búsqueda va a seguir, no sólo de tu hijo Carlos, sino de otros desaparecidos, cuyos expedientes la fiscalía y la policía ya tienen en unas gavetas, agarrando polvo.
Tú no te rendirás. Gracias, Eneida,
Paolo Lüers