Estimados lectores:
El 3 de octubre, mi colega Jorge Beltrán Luna publicó una nota que me dejó la sangre helada. Es el relato de un hombre que fue encarcelado bajo el régimen de excepción, hasta que tuvo la suerte de ser liberado debido a su evidente inocencia. Lo que el hombre contó al reportero sobre la tortura que sufrió durante meses en Mariona se publicó bajo el título: “Toda la gente ha muerto allí, los llevan ya muertos al hospital”. Es un testimonio muy realista y horriblemente desgarrador.
Pregunto a los custodios, cuyos permanentes abusos describió el hombre: “¿Leyeron esta crónica? Y si la leyeron, ¿no les perturba?”
Sé cuál será la respuesta: “Recibimos órdenes. ¿Quiénes somos nosotros, custodios mal pagados, para no cumplir las órdenes?”
Pregunto al director del penal de Mariona: “¿Usted leyó la nota sobre la tortura en su penal? En caso que sí, ¿comentó la historia de tortura y muerte a su esposa y sus hijos? ¿Les explicó por qué esto está pasando en el penal que dirige?”
Sé su respuesta: “Yo soy funcionario público. No defino las políticas de seguridad ni las normas penitenciarias. Si no cumplo órdenes, tendré que explicar a mi esposa y mis hijos que me quedé sin trabajo”.
Pregunto al director general de Centros Penales, Osiris Luna: “¿Usted leyó la nota que publicó el Diario de Hoy sobre la tortura en Mariona y las otras notas que describen lo mismo en Izalco? ¿En qué términos usted reporta esta situación al Gabinete de Seguridad, del cual es miembro?”
Sé la respuesta: “Yo no leo el Diario de Hoy, sólo publica mentiras. Yo cumplo mi deber de aportar a la transformación del país, que nuestro señor presidente Nayib Bukele está implementando exitosamente. Al penal vienen los pandilleros y no van a volver a salir. Además yo no doy declaraciones sobre políticas de Seguridad”.
Pregunto al presidente de la República, Nayib Bukele: “¿Usted leyó el reportaje sobre la tortura en Mariona? Como usted es el único que no necesita pedir permiso a nadie para hablar, ¿va a explicar lo que está pasando en Mariona y otros penales? Va a usar un solo tuit, de los muchos que diariamente publica, para negarlo o confirmarlo? ¿Va a convocar una de sus cadenas nacionales para rendir cuenta de la muerte de unos 80 reos, ninguno de ellos vencidos en juicio? ¿O se va a hacer el suizo, y repetir y repetir que ahora hay paz en El Salvador, gracias al régimen de excepción y las detenciones ‘provisionales’ de más de 70 mil personas?”
Sé su respuesta: Silencio.
Nadie quiere hablar. Pero el silencio no erradica la realidad.
Nadie se hace cargo, todos dicen que ejecutan órdenes superiores e implementan políticas del gobierno. Menos el presidente, porque no tiene quien le ordene. Es el que ordena. No tiene a quién echar la culpa. Y está convencido que no debe explicación ni rendición de cuentas a nadie.
Por esto estamos como estamos, con gente en las cárceles sometida a abusos, tortura y muerte.
Piénsenlo, ciudadanos. Saludos, Paolo Luers