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Carta: Los requisitos para ser dictador - o la prueba del pato

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Por Paolo Luers
Periodista
Escucha esta columna en voz de su autor.

Estimados amigos:

¿Es Nayib Bukele un dictador, o sólo un presidente con fuerte liderazgo?
¿Es El Salvador una dictadura o sólo un país en el cual al fin reina el orden?

Son preguntas sobre las cuales los salvadoreños están profundamente divididos. Hagámoslo simple. Para ser dictador, un gobernante tiene que cumplir ciertas características y ciertos requisitos. Veamos.

- Para establecer una dictadura, tiene que centralizar el poder en sus manos.

- Para lograr esto, tiene que eliminar la independencia de los otros órganos del Estado y tomar control de ellos.
-El Parlamento se convierte en oficina para firmar y sellar proyectos del gobernante.
-El órgano judicial pierde su independencia.
-La Fiscalía se convierte en integrante del gabinete de Seguridad, supeditada al mando presidencial.

- Tiene que lograr que el ejército y la policía actúen en lealtad a él, no al orden constitucional.

- Tiene que eliminar la regla constitucional que no le permite la reelección. Un dictador necesita perpetuarse en el poder para protegerse.

- Tiene que eliminar los mecanismos constitucionales de transparencia, rendición de cuentas y control interinstitucional.

- Delega parte del poder estatal a miembros de su familia, socios y amigos personales, quienes pueden interferir en el quehacer de cualquier ministerio y negociar pactos con sectores sociales y gremiales.

- La corrupción es un elemento indispensable de una dictadura: es el aceite que permite funcionar las relaciones entre el gobernante, su círculo interno, sus lacayos y los pactos con grupos sociales y empresariales.

- Para mantener una dictadura, se necesita a su servicio un aparato de propaganda estatal que puede sistemáticamente borrar las fronteras entre realidad y ficción, verdad y mentira.

- Un dictador necesita que todo su aparato de gobierno, partido y propaganda le rinda pleitesía todos los días. Sin culto a la personalidad no hay dictadura que funcione.

- Todas las obras, programas sociales, subvenciones del Estado al beneficio de la población tienen que ser presentadas explícitamente como obras del presidente, aunque estén pagadas por todo el pueblo.

- Un dictador necesita crearse enemigos, tanto internos como externos, contra los cuales puede permanentemente movilizar y unificar a sus seguidores.

- Una dictadura establece una relación directa entre el gobernante y ‘el pueblo’, desplazando las instancias de intermediación de un sistema republicano: el parlamento, los gobiernos municipales, gremios, sindicatos.

- Un régimen dictatorial no puede convivir con una prensa independiente y libre que monitoree y critique al gobierno y al presidente. Por eso una dictadura toma tres medidas paralelas:
-Restringir y perseguir el ejercicio crítico de los periodistas.
-Forzar a los medios comerciales a difundir las versiones oficiales. Y abstenerse de críticas
-Crear sus propios medios (periódico, canal de TV, radios y un universo de plataformas digitales), coordinados por el Centro de Propaganda situado en Palacio.

- Los dictadores siempre prometen y a veces realizan megaproyectos, proyectándolos como su legado. Son vistosos, pero no necesariamente corresponden a las reales necesidades de la gente.

- Como no está sujeto a controles institucionales, el dictador tiende a improvisar, a convertir sus berrinches en crisis del país y sus obsesiones en políticas del Estado. Usa de manera arbitraria los fondos públicos y asume arbitrariamente, incluso desde su casa, compromisos financieros del Estado sin ningún mecanismo de control.

- Una dictadura, para construir su legitimidad, tiene que desestimar todas las políticas, obras y planteamientos de los gobiernos anteriores, incluso la transición democrática que al fin le permitió el acceso al poder en elecciones libres y erigirse como ‘Nueva República’.

- Mientras no la necesita, una dictadura no recurre a la represión de manera masiva. La usa de manera focalizada, ejemplarizante, más como amenaza latente que como fuerza aplastante.

- Pero cada dictador prepara sistemáticamente todos los elementos necesarios para una represión masiva para el momento que una crisis económica con altas tensiones sociales merme su apoyo popular y ponga en peligro su gobierno. En ese momento, habrá capturas de opositores, sindicalistas, periodistas, empresarios, intelectuales y líderes sociales independientes, como en Nicaragua.

Si de estas 25 características el presidente Bukele cumple unos 20, tengan cuidado, porque estamos al borde de una dictadura. Si cumple todas, incluyendo la última, les recomiendo que corran: a las calles o al exilio.

Esta es la prueba del pato: “Si grazna como un pato, camina como un pato y caga como un pato, entonces, es un pato”.

Saludos y un feliz año nuevo, Paolo Luers

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Autoritarismo Dictadura Las Cartas De Paolo Lüers Nayib Bukele Opinión Reelección

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