Por Estimado ciudadano Manuel Andrés López Obrador:
Usted tuvo razón al decir a Joe Biden que estaba cometiendo un error al querer excluir de la Cumbre de las Américas, de la cual será el anfitrión en junio, a Cuba, Venezuela y Nicaragua. Contrario a lo que muchos de sus detractores dentro y fuera de México han dicho, también tuvo razón de anunciar que no iba a participar en esta cumbre si no se invita a todos. Es que sin picante no come el mexicano...
Hasta ahí estamos de acuerdo. Hasta que dijo que “en lugar de confrontarse, tenemos que buscar la unidad en la Cumbre de las Américas". Usted quiere que Joe Biden invite a los dictadores Maduro, Ortega y Díaz Canel para “buscar unidad, en vez de confrontarse”. Yo sostengo lo contrario: Hay que invitarlos para confrontarlos y dejarlos en evidencia.
No hay unidad posible con dictadores. Pero sí es posible (y pienso que necesario) el diálogo y debate con ellos, siempre y cuando sean públicos y sin tapujos. Me encanta la idea de que en una Cumbre de las Américas, ante los micrófonos y cámaras de todo el mundo, se enfrenten los demócratas a los autoritarios.
Es correcta su propuesta a Joe Biden que invite a todos, incluyendo a los impresentables. Sólo que usted la hace por la razón equivocada: Entre sus demócratas y sus dictadores el continente no necesita “unidad”, sino una confrontación mediante el debate público y sincero.
Tampoco hay unidad -ni hay que buscarla- entre la izquierda democrática y la izquierda dictatorial al estilo de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Quisiera escuchar en la Cumbre de las Américas un debate sustancial entre el nuevo presidente chileno Gabriel Boric y Daniel Ortega sobre los presos políticos y la restricción absoluta de las libertades de prensa y organización en Nicaragua. Entiendo que es por esta razón que Boric también ha expresado que Biden debería invitar a todos sin exclusión.
Sería muy interesante y útil escuchar a Gabriel Boric confrontar a Maduro, pero también a usted, presidente López Obrador, sobre las diferentes posiciones que “la izquierda latinoamericana” ha tomado ante la agresión de Rusia contra Ucrania. Boric, condenando a Putin; Maduro, apoyándolo; usted, manteniendo neutralidad. Nos daríamos cuenta de que no existe “la izquierda latinoamericana”, sino dictaduras militares disfrazadas de izquierda versus una izquierda anti-autoritaria que se trata de perfilar en Chile y otras partes. Más una izquierda que evade la confrontación entre democracia y autoritarismo...
Hablando de la derecha: También me gustaría que Nayib Bukele y Jair Bolsonaro dieran la cara en una Cumbre de las Américas y que los presidentes de los países democráticos les encaren en un debate sincero sobre política versus antipolítica y sobre el desenfrenado uso de la violencia estatal...
Usted, estimado presidente López Obrador, por favor siga insistiendo en una cumbre inclusiva. Pero no haga caso a sus seguidores, quienes sostienen que “el rechazo de México y otros países de América Latina a que Estados Unidos excluya a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la próxima Cumbre de las Américas representa un renacer de la unidad de nuestro continente en defensa de la democracia y los recursos naturales”. Así usted lo puede leer en La Jornada de este día 16 de mayo. Y para explicar esta posición trasnochada trajeron, entre todos los izquierdosos que podrían suscribir semejante tontería, a la hija del Che Guevara, Aleida Guevara March.
Así que si quiere convencer a Joe Biden que invite a todos, incluyendo a los dictadores, no le plantee la idea romántica (y peligrosa) de una “unidad continental”, sino algo realista, muy valioso y nuevo: una confrontación de ideas. A ver si a una cumbre de este tipo querrán asistir las diferentes variedades del autoritarismo latinoamericano: Maduro, Bukele, Ortega, Díaz Canel, Bolsonaro...
Saludos cordiales, presidente, de Paolo Luers