Estimado alcalde Rubén Benítez:
Qué país más ruin donde un alcalde tiene que renunciar al partido con el cual ha sido electo 8 (!) veces para servir a su municipio.
Qué país más enfermo donde un alcalde además tiene que humillarse, firmando un comunicado en el cual echa la culpa de su renuncia a su antiguo partido, y no al actual gobierno que está asfixiando financieramente a su municipio.
Pero por suerte usted es de estos hombres de Morazán que no se dejan doblegar del todo. Lo felicito. Porque luego de leer el embarazoso comunicado ante las cámaras, explica lo que realmente está pasando: “No hemos tenido obras por las razones que ustedes saben, hemos tenido una crisis de salud, no hemos tenido proyecto de la nueva Dirección de Obras Municipales, no hemos tenido el apoyo de obras de otros ministerios de la Presidencia, pero esperamos primero Dios que lleguen los proyectos por el bien de nuestros pobladores”.
Como todos los alcaldes de partidos opositores al gobierno de Nayib Bukele, usted sabe perfectamente que para recibir algo del gobierno central, aunque sean migajas, tienen que renunciar a sus partidos. Municipios como el suyo, El Divisadero en Morazán, sólo han sobrevivido por el FODES (Fondo de Desarrollo Económico y Social) que el presidente Bukele ha suspendido, precisamente para romper la autonomía de los gobiernos locales y someterlos al control del gobierno central. Luego, a unos municipios les da algo, les manda a la Dirección de Obras Municipales a arreglar una calle y a otros municipios los deja colgados de la brocha, como usted lo describió.
Entonces, a un alcalde como usted le quedan dos opciones: someterse a las presiones y renunciar a su partido, para evitar que su pueblo caiga en la bancarrota, o emprender una desigual lucha contra el gobierno central. Esta lucha tal vez le ahorra al alcalde la humillación, pero el costo lo pagará la población de su pueblo.
Así que usted renunció al FMLN y dijo: “Ojalá que con esta decisión lleven el desarrollo al municipio de El Divisadero, porque mucha falta nos hace”. Gracias por ser tan franco.
Todos sabemos que usted no es el único alcalde que enfrenta este dilema. Algunos ya renunciaron a sus partidos para no provocar represalias del gobierno, otros han resistido, porque tal vez no tienen una situación financiera tan precaria.
Hasta algunos municipios gobernados por alcaldes electos bajo cualquiera de las dos banderas de Bukele -la de Gana o la de Nuevas Ideas- están sufriendo las consecuencias del robo que el gobierno está haciendo a todos los municipios con la suspensión del FODES.
Algunos de estos alcaldes ya han levantado sus voces para denunciar el abandono que sufren sus pueblos. Ojalá que de esto nazca un movimiento de lucha por la autonomía municipal, más allá de las diferencias ideológicas.
Estimado alcalde Benítez, yo no le culpo por haber optado por renunciar a su partido. De todos modos, hay múltiples y legítimas razones que pueden llevar a alguien a renunciar a su partido, cuando llega a la conclusión que ha fallado a su gente. Pero triste es cuando uno se siente obligado a renunciar a su bandera, no por voluntad propia, sino para quedar bien con un gobierno.
Ojalá que su renuncia realmente lleve más desarrollo a su pueblo – hay razones para dudarlo, porque ni a sus propios alcaldes ayudan cuando.
Saludos, Paolo Luers