Historias que importan, gracias a lectores como tú

El periodismo que hacemos requiere tiempo, esfuerzo y pasión. Cada reportaje es para mantener informado y contar historias que marcan la diferencia

Sucríbete y obtén acceso a contenido exclusivo

  
Suscribirme
EPAPER SUCESOS 2024|Diáspora salvadoreña|COSAVI|Turismo

Carta al hermano lejano que nos dio una lección: No se dejen

La lección de esta historia: No hay que ahuevarse. No hay que callarse. No hay dejarse intimidar. No hay que aguantar injusticias. Los tímidos terminan en el bote. Los valientes y aventados también pueden terminar en Mariona, pero algunos logran defender su libertad. Y su dignidad.

Por Paolo Luers
Periodista
Escúchala en la voz de su autor

Ya todos conocemos lo que te pasó a vos, Mariano Fernando Herrera Duarte. Siendo salvadoreño con pasaporte de Estados Unidos, no te dejaste cuando te detuvieron y te zamparon en una bartolina, supuestamente por violar la Ley Seca de cero alcohol al volante. No te dejaste al momento de la detención y del alcotest. Te negaste a firmar el acta que levantaron. Hablaste a tu consulado. Protestaste, porque para ustedes no vale este juramento que Nayib Bukele les tomó a sus súbditos de tragarse las medicinas amargas y nunca quejarse. Esta actitud rebelde les cayó mal a los agentes del la PNC y del VMT, así que te llevaron preso, aunque no tenían ninguna prueba de que habías tomado alcohol.

La versión de ellos es que te negaste a soplar. Si fuera así, te hubieran tenido que llevar que te hagan la prueba de sangre. Nunca lo hicieron. Tú dices que soplaste tres veces y siempre marcó cero. En ambos casos resulta que no tenían ninguna prueba. Por tanto, tu detención fue ilegal.

No te dejaste, cuando a los 9 días te presentaron al juzgado (aplicándote las reglas del régimen de excepción, porque si no, te hubieron tenido que presentar a las 72 horas máximo). Diste declaraciones a quienes te pusieran un micrófono y una cámara, acusaste a los agentes de arbitrarios, denunciaste las condiciones en la bartolina e hiciste un llamado a la gente en Estados Unidos, gringos como salvadoreños, de no viajar a un país donde los tratan mal y valen madres las leyes. De repente fuiste el hombre más conocido en el país y en las redes sociales.

Si te hubieras ahuevado y callado, no te habrían liberado. Hubieras ido al bote, pasaporte gringo o no. Y no sólo para 9 días.

La lección de esta historia: No hay que ahuevarse. No hay que callarse. No hay dejarse intimidar. No hay que aguantar injusticias. Los tímidos terminan en el bote. Los valientes y aventados también pueden terminar en Mariona, pero algunos logran defender su libertad. Y su dignidad.

No sé qué pensaste de la situación en El Salvador antes de tu viaje. Me imagino que viniste a pasar las vacaciones en tu país, porque querías ver qué ondas, Querías ver con tus propios ojos si es cierto lo que te han afamado del “país más seguro”, o si tienen razón los  otros que dicen que está paloma, que la gente vive con miedo de que los enchuchen. Bueno, te costó un solo día para darte cuenta de que esto de la seguridad es una cosa de dos filos: Ya no te joden los pandilleros, pero ahora hay que tener miedo a los policías, los fiscales y los jueces –a menos que uno tenga buena suerte en la mala suerte, como vos, y se topa con una jueza decente, que no hace caso a los cuentos de los policías y fiscales.

Nueve días en bartolina es un curso intensivo para entender la triste realidad y ver el lado oscuro del país. Así, cualquiera sale curado de la inocencia, que tal vez le hizo tragarse los cuentos de propaganda que se manejan en la diáspora.

Qué bueno que, encachimbado como saliste de esta travesía, vas a hablar también en voz alta en Estados Unidos, con los medios, con congresistas - y sobre todo con la comunidad salvadoreña.

Algunos aquí -y seguramente también en Estados Unidos- dicen que seguramente te habías echado tus tragos. La cosa es que nadie te lo ha podido comprobar. Para que aquí en El Salvador una jueza te deje libre y absuelto, tiene que haber habido un trabajo de la policía y la fiscalía hecho con las patas.

Algunos asumen que todos los que vienen del Norte son patanes, y vienen sólo para chupar y hacer desmadres. Hay que decir algo: Si en tu caso fuera cierto y te tomaste alguna cerveza con tu cena de bienvenida, ¿cuál es el pinche problema?

De todos modos, es una aberración que por una cerveza te quieren meter al bote, aunque sea por 9 días. Nadie merece esto. Además, la tal Ley Seca todavía no estaba vigente el 28 de diciembre, cuando te detuvieron, apenas este día se publicó en el Diario Oficial.

Habrá muchos casos como el tuyo, muchísimos, y ojalá que siempre haya alguna gente que no se deje.

Salud,

Paolo Lüers

KEYWORDS

Bebidas Alcohólicas Las Cartas De Paolo Lüers Opinión Reglamento General De Tránsito

Patrocinado por Taboola

Inicio de sesión

Inicia sesión con tus redes sociales o ingresa tu correo electrónico.

Iniciar sesión

Hola,

Bienvenido a elsalvador.com, nos alegra que estés de nuevo vistándonos

Utilizamos cookies para asegurarte la mejor experiencia
Cookies y política de privacidad