Estimados amigos:
Ver el video en el cual un grupo nutrido de trabajadores despedidos, que marcharon a la sede de Nuevas Ideas, es lo más vergonzoso que he visto en estos días de tantas vergüenzas. Luego de ser notificados de su despido, marcharon al local del partido que gobierna en Soyapango. Parecía una buena idea llevar la protesta a donde están los responsables del desastre en el cual se encuentra esta alcaldía. Sólo que no era protesta. No marcharon al local cian para asediarlo o para tomarlo – sino para rendir pleitesía al líder de Nuevas Ideas, al presidente de la República, y jurarle lealtad incondicional. Y esto, aunque ellos mismos dijeron que fue el presidente que había ordenado los despidos. Así lo expresó ante los micrófonos de los medios una vocera de los trabajadores cesados.
Pero otro vocero, parado a la par de ella, dijo que “aquí estamos los de Nuevas Ideas de Soyapango... habemos muchos líderes de Nuevas Ideas acá, incluso muchos que tenemos estructuras para las próximas elecciones. Nosotros queremos que nuestro presidente esté siempre adelante...” Y toda la multitud, que supuestamente vino para protestar contra sus despidos, gritó: “¡Sí!”.
Me pregunto; ¿Dónde estaban estos trabajadores militantes de Nuevas Ideas, cuando en enero de este mismo año detuvieron a varios miembros del Sindicato de Trabajadores de la Alcaldía de Soyapango, porque organizaron una protesta por el impago salarial por parte de la alcaldía? Los que hoy van llorando al local de Nuevas Ideas, en vez de protestar, en aquel entonces dejaron solos a sus compañeros encarcelados. Claro, como estos no eran militantes cian, sino militantes de un sindicato independiente, era bueno que los fregaran – según los trabajadores oportunistas, que apostaron a Nuevas Ideas, pensando que con esto iban a defender sus plazas y conseguir privilegios...
Mal cálculo, señores. Así lo pensó también “la novia de Soyapango”: Se unió a Nuevas Ideas, se convirtió en alcaldesa, contrató a un montón de inútiles, robó – y ahora está presa. El presidente no la protegió y no va a proteger a los ahora despedidos, por más que le rindan pleitesía. Él protege a los suyos, los de su corte de palacio, los miembros de su clan, sus socios, como los primos Anliker, el Dr. Alabi, Christian Guevara, Osiris Luna, Ernesto Castro, Javier Argueta, Carolina Recinos, a pesar de ser corruptos. Los protege ahora, pero ¿quién sabe hasta cuándo? ¿Quién sabe hasta cuándo le serán útiles?
Los ahora despedidos ya no le son útiles al presidente. Cumplieron su función para conquistar para Nuevas Ideas la alcaldía. Cumplieron su función para hacer campaña para conquistar la Asamblea. Hoy, cuando el presidente está dispuesto de sacrificar a sus alcaldes, sus síndicos, sus concejales en docenas de municipios que desaparecerán por voluntad de él, ¿cómo no va a sacrificar a unos cientos de trabajadores en Soyapango, aunque sean de su propio partido? Esto apenas empieza. En los próximo meses van a ser miles y miles de trabajadores municipales en todo el país, que van a perder su trabajo, gracias a la refirma municipal del presidente – y al él no le va a importar de qué partido son.
El presidente ya sacrificó a sus fieles aliados de Gana, PCN y PDC, que le han hecho barra en todos los pasos hacía el poder total. Incluso los ha convencido a votar por la reducción de diputados y la erradicación de los diputados por residuo, o sea por su propia desaparición. Y así los tiene a ustedes: Les dieron una patada en el trasero, y ustedes van al local de Nuevas Ideas para jurar lealtad al presidente. Igual que los pobres diablos de Gana, que firmaron su sentencia de muerte, ustedes no merecen otra cosa.
Los trabajadores municipales que tienen dignidad van a seguir luchando por sus derechos, sin miedo de caer mal al presidente. A estos les saludo con respeto.
Paolo Lüers