Un incremento de hasta $500 por contenedor registraron los fletes marítimos recientemente, el alza más alta desde finales del año pasado.
Estos aumentos de precio son a consecuencia de las crisis que atraviesan canales marítimos como el de Panamá y el de Suez, en Egipto ante la reducción del tránsito de buques.
En el caso del canal panameño se debe a la sequía que vive ese país y que ha impactado en el nivel de agua de la megaestructura, y en el caso del paso egipcio se debe a los ataques contra navíos en el Mar Rojo.
La situación de ambos pasos marítimos vitales para el comercio mundial se suma a las graves perturbaciones del tránsito por el Mar Negro a raíz de la guerra en Ucrania.
Según un estudio de la Agencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), difundido recientemente y divulgado por medios internacionales, el aumento observado desde noviembre pasado de los fletes ha sido el mayor semanal jamás registrado, con un pico de $500 de aumento por contenedor en la última semana de diciembre, publicó la agencia española EFE.
El medio indicó que esa tendencia se ha mantenido y que, por ejemplo, los fletes de contenedores de Shanghai se han más que duplicado desde principios de diciembre (+122 %), en el caso de los que van a Europa se han triplicado (+256 %) y los que se dirigen a la costa oeste de Estados Unidos se sitúan por encima de la media (+16%), a pesar de que no pasan por el Canal de Suez.
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EFE agregó que si estos obstáculos al transporte marítimo de mercancías se prolongan, los expertos de Naciones Unidas anticipan una amenaza a las cadenas de suministro mundiales y retrasos en las entregas, lo que conducirá a un aumento de los costos y de la inflación que la gente sentirá más o menos dentro de un año.
De acuerdo a la agencia de Naciones Unidas, el total de tránsitos por el Canal de Panamá se desplomó un 49% en comparación con su máximo histórico.
Esta vía, que en la actualidad resulta esencial para comunicar los océanos Pacífico y Atlántico, se ha visto muy afectada en los últimos meses por la escasez de agua, una situación que los expertos relacionan con el cambio climático y que preocupa por su impacto a largo plazo en la cadena de aprovisionamiento global.
Mientras tanto, la suspensión temporal del tránsito por el Canal de Suez (paso marítimo que comunica el Mediterráneo con el Mar Rojo) por parte de los principales actores del sector marítimo ha provocado que los tránsitos semanales de portacontenedores hayan caído un 67% con respecto a su mejor momento.
“Los barcos evitan los canales de Suez y Panamá y buscan rutas alternativas. Esta combinación se traduce en mayores distancias de viaje de carga, aumento de los costos comerciales y de las primas de seguros. Además, las emisiones de gases de efecto invernadero también están aumentando al tener que viajar mayores distancias y a mayor velocidad para compensar los desvíos”, indicó la Unctad, según una publicación de Bloomberg.
En el informe se hace una estimación, a modo de ejemplo, según la cual ambos factores (más distancia y velocidad) resultan en un aumento del 70 % de emisiones en la ruta Singapur-Rotterdam.
El crítico paso por el Canal de Panamá
El Canal de Panamá es un paso absolutamente crítico para los países sudamericanos de la costa Pacífico, como Ecuador, Perú y Chile, cuyos volúmenes comerciales dependen de esta ruta en 26 % en el primer caso, y en un 22 % en el caso de los dos últimos países.
Este paso marítimo mueve $270,000 millones al año en comercio mundial y es la mayor fuente de ingresos de ese país, pues en 2022 atrajo $4,300 millones, consigna Bloomberg en su publicación.
Ya agrega que el canal gestiona alrededor del 3% del volumen de comercio marítimo mundial y el 46% de los contenedores que se mueven desde el noreste de Asia a la costa este de EE.UU.
Mientras tanto, las naciones del este de África son dependientes del Canal de Suez para su comercio, con tasas que llegan hasta el 34 % para ciertos países. La situación actual ha hecho que algunos opten por la mucho más larga ruta que bordea el Cabo de Buena Esperanza en la punta sur del continente.
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De acuerdo a la Unctad, el transporte marítimo es una columna vertebral del comercio internacional, pues mueve el 80% de las mercancías a nivel mundial.
Además, la oficina de la ONU alertó en diciembre que el comercio mundial caerá el 5% este año por las dificultades geopolíticas, alcanzando los $30,700 millones frente a los $32,200 millones.
¿Cómo impactará en El Salvador?
Aunque la crisis parezca lejana, lo cierto es que se advierte un impacto en el país.
El presidente de la Asociación Salvadoreña de Agencias de Carga (ASAC), Mario Morán, explicó que parte de las implicaciones que ven para el mercado salvadoreño y regional debido a la situación es el “incremento en los costos por los tiempos de tránsito más largos, debido a los problemas del Canal de Panamá y el canal de Suez, y el congestionamiento en los puertos de transbordo en México”.
Morán destacó que esas dificultades “definitivamente incrementa los precios de venta de los productos que se importan y comercializan en el país y en toda el área latinoamericana”.
Pero además el empresario apuntó que “tiene implicaciones directas en el área de maquilas, ya que los productos que ellos exportan están siendo impactados por los incrementos de precio de sus importaciones”.
¿Cómo puede afectar esto a los consumidores?, se le consultó a Morán y afirmó que el impacto será en el bolsillo de todos. “Con incrementos de precio en la compra de los productos de consumo final, no solo de la canasta básica, sino todo producto que se importa”, acotó.
Ante ello, la ASAC ve tres escenarios, según comentó Morán. El primero es que los consignatarios busquen una alternativa tratando de encontrar un precio más económico de los fletes; el segundo es que si no lo logran le suben al precio final del producto cuando lo pongan a la venta; y el tercero es que simplemente deciden no importar los productos temporalmente y esperar a que disminuyan los precios de los fletes.
