El Gobierno de Nayib Bukele ha recortado $15.21 millones al presupuesto destinado como apoyo al Fondo de Inversión Nacional en Electricidad y Telefonía (FINET), de donde sale el subsidio a la energía eléctrica que reciben casi un millón de hogares en El Salvador, según datos del Ministerio de Hacienda.
La institución no ha programado los fondos para ese subsidio durante cinco meses de este año.
Al principio del año, en el Presupuesto General de la Nación se estipulaba que, mensualmente, se destinarían $5.5 millones para este rubro, a excepción de diciembre, para el que se habían contemplado $3.63 millones.
Este plan ha sufrido múltiples modificaciones, como se muestra en el gráfico que acompaña esta nota. Esos cambios se han traducido en que se ha dejado sin un monto contemplado para el subsidio a la energía eléctrica desde agosto a diciembre de este año.
Para el economista José Luis Magaña, esto es un síntoma de que el gobierno habría reorientado esos fondos para otros fines, aunque no existe claridad para cuáles. Lo más probable es que hayan decidido tomar estos recursos para cubrir otras cuestiones, con la idea de conseguir fondos (a través de otras reorientaciones, préstamos o excedentes presupuestarios de otras carteras) para cubrir esos huecos, generados por el mismo gobierno. Esta ha sido una práctica común en el anterior quinquenio de Bukele.
“Es consecuencia de una mala planificación. O de una que ni siquiera existe. Comprendemos que el Presupuesto General de la Nación no es un instrumento de planificación o control, sino uno de mera propaganda”, comenta Magaña.
El comentario del economista se puede comprobar en la utilización del presupuesto que se hizo en 2023, donde las reorientaciones rondaron los $1,000 millones.
Además del recorte al subsidio a la energía eléctrica en 2024, el gobierno ha recortado en torno a $35 millones para la subvención destinada al gas propano, pero ha subido recursos a otras instituciones.
Una de ellas es la Oficina Nacional del Bitcoin (ONBTC) que, originalmente, había recibido $1.08 millones como presupuesto. Sin embargo, gracias a las modificaciones, este ha aumentado a $17.02 millones, es decir, $15.94 millones extra, casi 16 veces más que el plan original.
Lo inyectado a la ONBTC, capitaneada por los estadounidenses Max Keiser y Stacy Herbert, es incluso superior a lo recortado al Fondo de Inversión Nacional en Electricidad y Telefonía ($15.21 millones), de donde sale el subsidio de la energía eléctrica.
“Es cuestión de prioridades. Si se están destinando fondos a una partida de interés especulativo y no a las necesidades de la gente, la brújula política del Gobierno está un poco perdida. El fin del Estado son las personas… la prioridad debe estar en la garantía de sus derechos”, comenta el economista José Luis Magaña, de Panorama Económico.
LEA MÁS: Presupuesto de apoyo financiero para alcaldías se reduce en un tercio