La calificadora Standard and Poor's (S&P) Global Ratings considera nuevamente que la recompra de bonos que anunció el gobierno el pasado 12 de noviembre es "oportunista", pues afirma que pudo haber cumplido sus compromisos financieros sin necesidad de hacer esa transacción.
"Hemos lanzado oficialmente otra oferta de recompra de nuestra deuda externa con vencimiento del 2027 al 2034. Todos los tenedores de bonos de la República de El Salvador pueden acceder a esta recompra pública y voluntaria", informó el presidente Nayib Bukele en su cuenta de X.
La suma de los bonos en manos de los inversionistas con vencimientos en esos años asciende a $2,635 millones. Y el plazo de la recompra de bonos que adquirirá el gobierno salvadoreño vencía este 18 de noviembre. Luego deberá informar la cantidad que va a comprar por anticipado.
Para financiar la transacción, el gobierno de Bukele emitió deuda en el mercado internacional por $1,000 millones, con vencimiento en 2054, a una tasa de interés del 9.65%.
Ante ello, la calificadora de riesgo expresó en su reciente comunicado con fecha 15 de noviembre: "Consideramos que esta recompra de deuda es oportunista y similar a una operación de gestión de pasivos, dado que creemos que el gobierno podría haber cumplido con sus compromisos financieros sin esta transacción".
VER: S&P afirma que recompra de bonos anunciada por Bukele es "oportunista"
Asimismo, Standard and Poor's reafirmó su calificación crediticia soberana de 'B-/B' para El Salvador. Y asignó una calificación de emisión de 'B-' a la emisión de deuda externa por los $1,000 millones que colocó en el mercado internacional.
Esa categoría significa que el país es más vulnerable a condiciones económicas, financieras y del negocio adversas, aunque actualmente tiene capacidad para cumplir con sus obligaciones crediticias.
Esta es la segunda ocasión que S&P opina que la recompra de bonos que ha hecho El Salvador es "oportunista", ya que señaló eso mismo con la anterior operación que realizó el gobierno en octubre por $7,200 millones, de los cuales adquirió $1,031 millones de sus bonos en circulación con vencimientos entre 2027 y 2052.
Sin embargo, aunque la administración Bukele esté haciendo gestiones para reperfilar la deuda, la calificadora señala que: "A pesar del alivio fiscal que se deriva de estas medidas, las finanzas públicas del país siguen siendo frágiles, lo que refleja vulnerabilidades estructurales de largo plazo".