En medio de los constantes cambios de ministros de Agricultura y Ganadería que no han logrado concluir cada uno los planes propuestos a su llegada, los productores también han enfrentado en los últimos cinco años los embates del clima: tormentas, sequías, olas de calor, así como encarecimiento de insumos agrícolas.
Todo ello les ha generado millones en pérdidas que han derivado en crisis económica, sobre todo para pequeños agricultores que cultivan para subsistir.
Luis Treminio, presidente de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), explica que de los últimos cinco años el 2023 fue el peor de todos.
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“El año pasado fue cuando tuvimos mayor cantidad de pérdidas en estos últimos cinco años que tiene el gobierno actual, que se ve traducida en 7.8 millones de quintales de granos básicos que se produjo menos; la producción del año pasado fue la más baja en los últimos siete años. O sea que si lo queremos cuantificar en dinero fueron 84 millones de dólares que se perdió solo el año pasado”, afirma Treminio.
Eso implica que esos 7.8 millones de quintales de granos básicos harán falta para el consumo en 2024.
En 2022 también hubo pérdidas por diversos factores climáticos, como la tormenta Julia y luego la sequía, lo cual provocó baja productividad de alimentos. Esto ha impactado además en que más personas hayan caído en hambruna en el país.
Mateo Rendón, coordinador de la Mesa Agropecuaria, Rural e Indígena, destaca que el déficit alimentario ha causado serios problemas en la población y cita datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, por sus siglas en inglés) y del PMA (Programa Mundial de Alimentos) que indican que en 2021 en el país había 800,000 familias con problemas de alimentación, pero al cierre de 2023 la cifra subió a 1 millón de familias.
“Son familias que no alcanzan a comer los tres tiempos de comida y si comen no es comida de calidad ni balanceada”, expresa Rendón con un tono de preocupación, porque en 2024 el panorama para la agricultura se vislumbra sombría por la unión de los efectos de los fenómenos de El Niño y La Niña.
Ante ello, los dirigentes de las gremiales ven urgente que haya un plan nacional para el sector para que sin importar los cambios de ministros se puedan ejecutar las medidas sin interrupción y sin retroceso.
“Ha hecho falta un Plan Nacional Agropecuario o al menos un plan de crisis en el Corredor Seco, como lo hay en los otros países de Centroamérica. Lastimosamente nosotros no podemos hacer eso. Esas recomendaciones de la FAO y del Banco Mundial que nos exigieron que se hiciera un plan de emergencia sobre el Corredor Seco para contrarrestar todos estos efectos negativos que hemos tenido del cambio climático, no se han hecho. Esto fue producto también de los constantes cambios en el Ministerio de Agricultura”, resume Rendón.
¿Qué esperan en el próximo período de gobierno?
A menos de un mes para que termine el período de la actual gestión de gobierno y comience un nuevo período, los productores no creen que del panorama va a cambiar para el sector.
“No tenemos buena expectativa del cambio de gobierno, porque si este gobierno hubiera tenido buenas intenciones con el sector agropecuario, no hubiera habido esta crisis en el Ministerio de Agricultura. Si hubiera un plan estratégico que seguir, no importa cuántos ministros hayan sido, no hubiera sufrido nada los cambios, pero lastimosamente nosotros lo analizamos con los diferentes representantes de la gremial y para nosotros las expectativas son igual o peor, es decir, no consideramos que esto vaya a cambiar ya que no se ve una voluntad política del gobierno de realmente levantar el sector agropecuario”, plantea el dirigente de la Mesa Agropecuaria.