La recompra de la deuda correspondiente al Bono 2023, el cual se terminó de pagar antes de su plazo de vencimiento, y la contratación de Alejandro Werner, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, como asesor del Ministerio de Hacienda, no han sido suficientes para disminuir el riesgo país de El Salvador en los mercados internacionales de deuda.
Este riesgo país, que es dado por el Índice de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI, por sus siglas en inglés), elaborado por la firma JP Morgan Chase, calcula cuál es la tasa de interés que los emisores de deuda deben pagar con respecto a las tasas base de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, y según la propia firma, entre más alto es el número, mayor es la desconfianza que existe por parte de los inversionistas.
Asimismo, entre más alto es el indicador, más altas son las probabilidades de que el país caiga en impago de la deuda externa adquirida.
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Con lo anterior como contexto, si el gobierno de Nayib Bukele saliera a colocar bonos en el mercado internacional, tendría que enfrentarse a intereses de más del 17%, pues el EMBI, actualizado hasta el 4 de mayo, es de 13.88 puntos, los cuales equivalen al porcentaje extra de interés que el país pagaría sobre los intereses de los bonos estadounidenses los cuales, según portales financieros,se colocan en un rendmiento de hasta 3.44%.
Con este puntaje, El Salvador se sitúa entre los países con el riesgo país más alto en la región latinoamericana, solo superado por países como Bolivia (14.74 puntos), Ecuador (18.06) y Argentina (25.72), sin contar a Venezuela que es el país con el riesgo país más alto a nivel mundial, con más de 332 puntos.
En este sentido, el EMBI salvadoreño es, además, mucho más alto que el promedio latinoamericano de 4.54 puntos, y mucho más alto que el de otros países como Honduras (5.99 puntos), Colombia (4.72) o México (4.11).
El riesgo país salvadoreño aumentó fuertemente en el actual gobierno por decisiones políticas como la destitución de varios magistrados de la Corte Suprema o la falta de un acuerdo con el FMI.