El puerto de Shanghái, China, la terminal marítima más importantes a nivel mundial, nuevamente están en la mira, ya que cientos de bukes no logran atracar para descargar o cargar mercancía por el confinamiento en el que está sometido el país bajo la estrategia cero covid.
Según información del portal de noticias Mundo Marítimo, el puerto ha reducido a un 50 % su capacidad, por lo que en definitiva crea grandes retrasos para la exportación e importación de mercancías a nivel mundial.
El Salvador no se escapa a esta problemática, ya que importa insumos de ese país y si estos retrasos continúan pudiera haber escasez de materias primas para producir, explicó Silvia Cuéllar, directora ejecutiva de la Corporación de Exportadores (Coexport).
“Estamos volviendo a los inicios que tuvimos con el covid, si recordamos cuando se confinó toda la parte de Asia, principalmente, el puerto de Shanghái que es muy importante para nosotros, porque de ahí vienen muchos bienes de consumo. Y ahora nuevamente lo estamos viviendo y si todo ese atascamiento continua traerá un retroceso, porque todos los insumos que necesitamos para producir no vendrán a tiempo”, explicó Cuéllar.
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Según la aplicación MarineTraffic (Tráfico Marítimo), que realiza monitoreo satelital de todo el tráfico marítimo, informó que en las aguas que hay entre las costas de China y Japón la estimación es que al menos unos 500 barcos están detenidos por la falta de operación en puertos.
Medios internacionales han calificado la situación de preocupante, pues estiman que el número de barcos estancados puede aumentar.
Según el sitio Containers.com, el puerto de Shanghái ya movía en el 2014 unos 35 millones de TEUs (Contenedores de carga), por lo que la reducción actual de su operatividad afecta sustancialmente.
Riesgos
La directora ejecutiva de Coexport explicó que, si bien desde la pandemia los precios de los fletes desde Asia subieron de $4,000 a $20,000, con este atascamiento pueden presentar incrementos de nuevo.
“El precio de los fletes puede subir más, porque para la llegada de mercancías se darán mayores tiempos por tantos retrasos, por ello tenemos que ir viendo oportunidades, nuevos productos y meternos en esa ola, pero tenemos que ver cuál es nuestra capacidad productiva que poseemos”, dijo Cuéllar.
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El hackeo aún no se ha resuelto
La región, además, se ha visto afectada por el reciente hackeo que sufrió el Ministerio de Hacienda y otras instituciones de Costa Rica, por lo que se vieron obligados a paralizar el tráfico de mercancías entrantes y salientes de ese país.
Luego implementaron un plan de contingencia a modo manual, que, según Cuéllar, ayudó a liberar pero de una forma lenta.
Cuéllar lamentó que siempre sea el consumidor final el que tenga que pagar por un producto más caro, porque si suben los costos de operación o si se atrasan los procesos de producción los precios de los productos suben.
“Quienes sufrimos somos la población, porque al final vamos a comprar las cosas más caras y siempre hay una inflación”, señaló.
No hay crecimiento en volumen
Comparando el primer trimestre del 2021 con el mismo período del 2022, las exportaciones crecieron en $283 millones, alcanzando los $1,800 millones, un crecimiento en valor de 17.7 %; sin embargo, la directora de Coexport destacó que las ventas en volumen se han reducido.
“En volumen hemos bajado 2.9%, eso quiere decir que estamos exportando menos cantidad, pero a un precio mayor, uno porque los costos de operación han subido y, además, porque en muchos productos estamos dando un valor agregado”, dijo Cuéllar.