El plan para recomprar los bonos de 2023 y 2025 que anunció el gobierno a finales de julio podría ejecutarse antes del 15 de septiembre, según señaló el ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, durante una entrevista televisiva en el programa Frente a Frente.
Esta iniciativa, que anunció en primera instancia el presidente Nayib Bukele a través de su cuenta de Twitter, consiste en recomprar los dos bonos mencionados, los cuales se habían depreciado en el año anterior debido a las distintas acciones del gobierno que provocaron una caída en el perfil crediticio salvadoreño.
Sin embargo, los fondos que hasta el momento ha confirmado el gobierno para realizar la operación ascienden a "solo" a $561 millones, procedentes de los Derechos Especiales de Giro, una reserva internacional de fondos que custodia el Banco Central de Reserva (BCR) que equivale a $361 millones, y un contrato de préstamo por $200 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Puede interesarle: Bukele adquirió la mayor deuda en bonos y a una tasa de interés más alta
A propósito de esto, Zelaya afirmó que esa cantidad inicial son fondos que ya están disponibles para esta compra anticipada de bonos, y también señaló que hay otras fuentes de financiamiento como los ingresos tributarios.
En este sentido, también apuntó que el gobierno ya pagó la primera cuota de $65 millones para formar parte de la Corporación Andina de Fomento (CAF), un organismo que podría otorgarle más préstamos por hasta $1,840 millones. "Todavía estamos terminando las negociaciones con al CAF, en lo que queda del año podemos hacer varias operaciones con ellos", detalló el funcionario.
A este punto hay que mencionar que desde que Bukele anunció el plan de recomprar los bonos, estos se revalorizaron en los mercados internacionales, como parte de la especulación de los inversionistas, esto quiere decir que el gobierno necesitará incluso más fondos para completar la compra de los ambos bonos, los cuales tienen un valor original de $1,600 millones, pero a precio de mercado se encuentran en $1,069 millones, aproximadamente.
No obstante, Zelaya mencionó que esa revalorización de los bonos no es relevante para la operación que intenta ejecutar el gobierno, pues en este caso no sería conveniente para los inversionistas, sin embargo, afirmó que la intención del gobierno es la de mejorar la imagen del país en los mercados internacionales.
Lo anterior se refiere a la baja calificación de la deuda que tiene el país, así como el alto nivel de riesgo que señala el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI), los cuales son un reflejo de la poca confianza que los inversionistas tienen en el país, principalmente, por acciones antidemocráticas y la implementación del Bitcoin como moneda de curso legal.
Además, Zelaya señaló que la operación "será exitosa", sin embargo, medios internacionales como Bloomberg afirmaron recientemente que los inversionistas no tienen confianza en la operación, pues en términos generales con respecto a las finanzas del país y las obligaciones de deuda más a largo plazo "la perspectiva sigue siendo tan terrible como siempre”, según la publicación.
Además: Plan de recomprar deuda no genera confianza en los inversionistas, señala Bloomberg
Zelaya por su parte, afirmó que la situación actual de la deuda es un problema heredado de los gobiernos anteriores, y justificó que el gobierno necesita buscar más financiamientos para poder colocar al país en grado de inversión, es decir, mejorar la nota crediticia del país, misma que las agencias calificadoras como Fitch Ratings, Moody's o Standard & Poor's mantienen en nivel de "bonos basura" para El Salvador.
Y añadió: "¿Vamos a llegar a tener el grado de inversión con el ritmo de crecimiento de gobiernos anteriores? Absolutamente no. Pues no alcanza para financiar todo el gasto público con ingresos propios, por eso vamos a tener que seguir recurriendo a deuda".