El presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Jorge Arriaza, declaró esta semana que al menos 27 barcos estuvieron atascados en el Puerto de Acajutla la semana pasada. Dejó entrever que se trata de un problema puntual y que había comenzado a resolverse.
Lo cierto es que es un fenómeno recurrente en esta terminal marítima, la más importante del país, desde hace un año debido a un aumento en el volumen de las importaciones y a la incapacidad del puerto para atender este incremento.
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Según una persona que labora en el puerto, que aceptó hablar bajo condición de anonimato, lo más normal es que en la rada, el espacio donde se anclan las naves que esperan entrar al puerto, permanezcan una veintena de barcos. Algunos de ellos lo hacen durante varias semanas. El Diario de Hoy constató este dato con una revisión a la web de rastreo Marine Traffick, donde se pudo ver más de 20 barcos en espera.
La primera razón para esto, ilustra la fuente, es un aumento en las importaciones que pasan por el puerto, lo cual se registra desde hace un año. Indica que destacan los cargamentos con equipos de construcción. La segunda causa es la realidad propia del puerto: solo tiene habilitados siete de sus ocho atracaderos y solo dos de estos pueden atender a barcos de gran calado, los que soportan más carga.
De allí, el personal no es suficiente para atender el volumen. Según la fuente, lo más común es que si se solicitan tres cuadrillas para un barco, solo se les asignen dos. Además, solo hay una empresa dedicada al transporte de contenedores dentro del puerto, la cual cuenta con 20 automotores, por lo que debe dividir sus equipos entre los barcos que están siendo atendidos.
Los atascos en Acajutla han sido noticia en diversas ocasiones en el último año. Incluso en el tema de las exportaciones. Por ejemplo, en diciembre de 2024, Corpovex advirtió que las trabas en la terminal habían provocado el atraso en el envío de $23 millones en azúcar.
El Puerto de Acajutla, dice el empleado portuario, debido a que tiene una demanda mucho mayor a su capacidad, tiene una forma para priorizar las atenciones, como si de una sala de emergencias se tratara.
Por ejemplo, las naves de máxima prioridad son los cruceros, los barcos hospital y aquellos que llevan un desperfecto, por lo que deben atracar de emergencia. No son los más habituales.
En orden de prioridad, a estos les siguen los barcos de contenedores. Acajutla recibe unos 8 cada 15 días. Tras estos, van los buques que transportan autos nuevos y los 'bulk carrier', que llevan a granel alimentos secos, como cereales.
Los últimos en la lista son los de carga general, que traen productos como maquinarias de construcción, acero, carbón, aceites y otros. Son de este último tipo de barcos los que corrientemente esperan en la rada por varias semanas. Lo más adecuado es que una nave no tarde más de tres días en ser atendida, pero el promedio de Acajutla es de 9.
Pero puede ser mayor la espera, según lo que constató El Diario de Hoy en el sistema de consulta del histórico de buques que han sido atendidos en la terminal en los últimos dos meses. Por ejemplo, un buque llamado Moondance 2, de carga general, arribó al puerto el 14 de noviembre de 2024. Comenzó a ser descargado hasta el 5 de enero de 2025. Pasaron 52 días para que fuera atendido. Terminó de vaciar su carga ocho días después.
También la empresa Maersk informó el pasado 6 de febrero que las condiciones de operación de los puertos, como el de Acajutla, "se han visto significativamente afectadas por el incremento en los volúmenes de importación, la severa congestión portuaria y las condiciones desfavorables de las carreteras", lo que les genera demoras.
Los nuevos responsables

Desde diciembre de 2024, los puertos de Acajutla y La Unión están bajo la administración de Unión Portuaria del Pacífico, conformada en un 80% por la empresa turca Yilport y en un 20 % por la Comisión Ejecutiva Autónoma Portuaria (CEPA).
Es a esta nueva compañía a la que le corresponde reparar con velocidad los problemas de Acajutla. Su gerente general, Luis Canto, manifestó ante medios de comunicación este jueves que son conscientes de los atascos, por lo que están comprando nuevo equipo como parte de la inversión de más de $1,600 millones.
"Todo esto lleva tiempo, sé que hay mucha angustia, tenemos problemas en el puerto de una gran congestión… para mejorar, necesitamos equipamiento, infraestructura, reparar los equipos que recibimos, el 30% en condiciones complicadas, no tenemos repuestos… de los $50 millones de la fase 0, hemos comprado ya $20 millones, pero eso tarda en llegar", manifestó Canto.