El Gobierno de El Salvador ha calculado que en el presupuesto 2025 contará con un 10.84% más de ingresos que en el 2024, una cifra que varios economistas miran, cuando menos, con cierto cuidado respecto a las capacidades de la economía salvadoreña para generar ese aumento. Por ello, creen probable que, si no logra su meta, debe recurrir a deuda de corto plazo o a tomar aún más recursos del Fondo de Pensiones.
En 2025, la previsión de ingresos para el Presupuesto General de la Nación es de $7,615.78 millones, $745 millones más que el ejercicio actual.
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Para el economista Rafael Lemus, que un gobierno sobreestime sus ingresos es normal. La gestión de Nayib Bukele lo ha hecho al menos en los últimos tres años. Sin embargo, sí les ha sido posible conseguir lo planteado.
Lemus explica que para esto han contribuido factores como una rampante inflación, que ha tenido sus mayores intensidades, precisamente, en 2022 y 2023. El registro más alto de la inflación interanual le correspondió a agosto de 2022, con el 7.66%, mucho mayor al 0.58% de septiembre de 2024.
La inflación es sumamente preocupante para los ciudadanos de un país, porque hace que su dinero valga cada vez menos. Sin embargo, para un Estado tiene un efecto paradójico, pues se traduce en una mayor capacidad de recaudación, sobre todo en tributos al consumo, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), por el que se paga un 13% de cada adquisición. Si los precios suben, lo recogido también.
Afortunadamente para el grueso de la población, la inflación está cediendo en todo el mundo. Y El Salvador no es la excepción.
Para Lemus, debido a esto será complicado llegar a la meta, sobre todo si se analiza que la economía se ha desacelerado y que será difícil, incluso, llegar al 3% de crecimiento estimado por entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ni hablar de la misma cifra considerada para 2025.
¿De dónde podría el gobierno sacar más recursos si la economía crecerá tan poco? ¿Es posible que sea gracias a un mejor combate de la evasión y la elusión fiscal?
Para el propio Lemus y el economista Alfonso Goitia, no es una respuesta suficiente, pues se ha trabajado en este tema en los últimos años y es complicado aumentar más esos márgenes. Goitia cree que esto es más claro respecto a la población con mayores ingresos.
"Este tema no lo va a aplicar (el gobierno de Bukele), sobre todo si tomamos en cuenta que una mayor presión a la gente de mayores ingresos podría afectar a sus amigos y familiares", comenta Goitia.
La economista Tatiana Marroquín es un poco más optimista y considera que los ingresos han aumentado en los últimos años a pesar de una economía ralentizada. Sin embargo, señala que es importante que el gobierno haga pública más información para entender las razones.
"No me parece que sea difícil que lo logren. No quiere decir que no me parezca importante debatir en qué forman lo están haciendo. Los impuestos no son neutrales, es importante saber quién está pagando más, si es la gente con menos recursos", apunta Marroquín.
Las pensiones y la deuda de corto plazo
La promesa del presidente Nayib Bukele en su discurso del 15 de septiembre fue que no utilizaría nueva deuda para el gasto corriente en el presupuesto de 2025. ¿Puede obtener dinero de deuda y seguir, técnicamente, cumpliendo su palabra?
La respuesta es que sí y está en el Fondo de Pensiones, según especialistas. El Gobierno ha tomado en torno a los $91 millones mensuales desde la reforma que entró en vigencia en enero de 2023. Según el banco de inversión Barclays, y el cálculo de ciudadanos expertos en el tema, el gobierno no ha usado el 100% de estos recursos para su destino legal, que es el pago de las jubilaciones de los antiguos sistemas del INPEP y del ISSS.
Según la entidad financiera, en 2023 el gobierno tomó $300 millones más de lo que se necesitaba para esos fines y el resto lo usó para el gasto corriente, a través de varias estratagemas.
Por ejemplo, la empresa local Hencorp creó un fondo especializado en instrumentos públicos: el Fondo de Inversión Cerrado Renta Fija I (FICRF). Según expone Barclays, su tenencia de bonos del Tesoro asciende a $305 millones. Citando informes de la Bolsa de Valores de El Salvador, concluye que el Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP) es el principal inversor en ese fondo. Para Barclays, es probable que haya usado esos $300 millones adicionales para ello.
La entidad también ubicó otra estrategia usada por el ISP, a través del Banco Hipotecario. Este emitió alrededor de $225 millones en nuevos bonos en 2023 y reportes bursátiles mostraron que las AFP han sido las principales compradoras de esos instrumentos. Barclays remarca que, si bien la última reforma previsional prohibió a las AFPs comprar deuda pública, parece que la deuda emitida por el Banco Hipotecario está fuera de "ese ámbito".
¿Dónde está el truco? El gobierno no contabiliza la deuda de pensiones como parte de su deuda, pues quien se encarga de adquirirla es el Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP), una entidad autónoma.
La otra alternativa de la gestión de Bukele, si no logra las metas de ingresos, es la emisión de deuda de corto plazo adquirida por los bancos locales, a través de las Letras del Tesoro (LETES). Para ello, se ha garantizado poder emitir estos instrumentos hasta en un 25% de los ingresos corrientes, es decir, $1,903 millones.