La actual administración del Ejecutivo ha recortado las dos líneas presupuestarias destinadas al apoyo de las finanzas de las alcaldías del país en $57.2 millones en 2024, según los datos del Ministerio de Hacienda. Y, al igual que lo ocurrido con el subsidio a la energía eléctrica, no ha dejado programado el presupuesto para ello a partir de agosto.
En el Presupuesto General de la Nación aprobado para este año se establecía que el Gobierno destinaría en torno a $13.2 millones cada mes para las alcaldías, unas erogaciones mucho menores al FODES, cuya mayor parte ahora se destina a la Dirección de Obras Municipales (DOM). De estos, $4.17 millones iban para una línea presupuestaria denominada “Fondo de Apoyo Municipal” y los restantes $8.99 millones para otra llamada “Financiamiento a Municipalidades para Funcionamiento”.
Para todo el año, estos dos rubros recibirían $157.9 millones. Sin embargo, las modificaciones lo han colocado en un poco más de $100 millones. La reducción es superior a un tercio del total.
A partir de agosto, el presupuesto de ambos ha quedado casi en cero, como se puede consultar en el gráfico que acompaña esta nota.
Lo más probable, como lo explica el economista José Luis Magaña, es que este hueco se cubrirá posteriormente, a través de otras reorientaciones. Pero es una prueba de que la falta de planificación es una marca del gobierno de Nayib Bukele.
Según Cayetano Cruz, concejal en la alcaldía de San Salvador Este, esa municipalidad todavía no ha recibido ninguna inyección de esas dos partidas desde que se puso en marcha esta nueva administración el 1 de mayo.
Al menos es eso lo que puede concluir porque el tema no se ha tocado en ninguna reunión de concejo. Es esta última entidad la que debe dar el aval para que esos fondos entren a engrosar los de la alcaldía.
“Hasta el momento no se ha llevado ningún punto de agenda respecto a eso. No ha habido ninguna explicación de las autoridades ni del alcalde”, comenta. Cruz afirma que estos fondos son indispensables para las comunas en la realización de obras, pues los fondos propios son escasos y se usan, casi en su totalidad, para los pagos de salarios, proveedores y deudas.
“El tema de las obras es delicado, pues no sabemos cuándo tendremos esos fondos o si los liberarán. Y saber el momento en que se tendrán los recursos es indispensable para programar las obras, pues se debe contratar un proveedor y respetar plazos”, dice Cruz, quien estuvo en el concejo municipal de Soyapango en el periodo pasado.
Liliana Andrade, concejal de la Alcaldía de San Salvador Centro, afirma que tampoco en esa comuna se ha recibido ninguna inyección de fondos desde el Ejecutivo . O, al menos, esto no ha sido parte de las reuniones realizadas por esta nueva administración, de las que ya van 10 desde el 1 de mayo.
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