El gobierno portugués anunció este lunes un paquete de medidas para ayudar a los hogares a hacer frente a la inflación, dotado de 2,400 millones de euros (cifra similar en dólares) y que incluye una bajada de impuestos sobre la energía.
El Ejecutivo socialista prevé también otorgar una ayuda directa a las familias y un aumento extraordinario de las pensiones, precisó el primer ministro, António Costa, durante una rueda de prensa.
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El paquete de ocho medidas, llamado "las familias primero", se ha estimado en 2,400 millones de euros, que se suman a los 1,600 millones de euros de ayuda ya desembolsados hasta septiembre.
"Hace treinta años que no nos enfrentábamos a un aumento del coste de la vida tan neto y repentino", dijo Costa.
Es necesaria "mucha prudencia para no alimentar una espiral inflacionista", agregó.
Las medidas incluyen un cheque de 125 euros por persona, más 50 euros por cada hijo, a los portugueses que ganan hasta 2,700 euros brutos al mes.
Los pensionistas recibirán un complemento equivalente a la mitad de su pensión mensual.
Además, el Ejecutivo -- que cuenta con una mayoría absoluta en el Parlamento -- pedirá a los diputados votar una reducción del IVA sobre la electricidad del 13 al 6% y prolongar hasta finales de año la bajada de impuestos sobre los carburantes, que ya está en vigor.
Costa anunció también un tope del 2% en la subida de los alquileres y la congelación de las tarifas del transporte público para el próximo año.
En Portugal, los precios de consumo aumentaron en agosto un 9% interanual, según una estimación provisional del Instituto Nacional de Estadística.