El gobierno del presidente liberal Emmanuel Macron se encamina a proponer un atraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años en Francia, una polémica reforma a la que se oponen los sindicatos, indicaron este jueves varias fuentes.
"El presidente fue firme. Dijo (...) que prometió 65 años. Así que no vamos a abandonar antes del partido", dijo un participante en la cena que tuvo lugar el miércoles por la noche entre Macron, miembros de su gobierno y sus aliados parlamentarios.
Durante la campaña que condujo a su reelección en abril, el mandatario prometió retrasar la edad de jubilación a 65 años, una medida que ya intentó sacar adelante en su primer mandato y que abandonó por la pandemia de coronavirus.
Ante el rechazo de los sindicatos y los partidos de izquierda a esta medida, que ya desembocó a finales de 2019 e inicios de 2020 en protestas masivas, Macron abrió la puerta en octubre a retrasar la edad a 64 años, pero aumentado el período de cotización.
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"Todo el mundo está de acuerdo sobre los 65 años", agregó la fuente que participó en la reunión. La líder parlamentaria del partido oficialista Renacimiento, Aurore Bergé, confirmó en la cadena LCI que esa era la pista acordada en el cena.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, debe presentar la reforma la próxima semana, después de una serie de contactos con los actores sociales como los líderes sindicales, Philippe Martinez (CGT) y Laurent Berger (CFDT), recibidos este jueves.
El gobierno prevé además adoptar la reforma bajo la forma de un proyecto rectificativo del presupuesto de la Seguridad Social, lo que le permitirá utilizar todas las veces que quiera el polémico mecanismo conocido como 49.3.
Esto le permite aprobar una ley sin someterla a la votación del Parlamento, como ya hizo con el presupuesto para 2023. Para impedir su aplicación, los legisladores deben presentar y aprobar una moción de censura contra el gobierno.
Desde que perdiera la mayoría absoluta en junio en la Asamblea Nacional (cámara baja), Macron se apoya en la oposición de derecha de Los Republicanos, que controla el Senado y aboga en la cámara alta por un retraso de la edad de jubilación a 64 años.