¿Tiene alguna responsabilidad el gobierno en que los trabajadores hayan tenido una pérdida en la rentabilidad de sus ahorros de pensión?
La respuesta de Patricio Pineda, dirigente de la Mesa por una pensión digna, cuya organización representa a miles de empleados que abogan por una mejor pensión, es que sí hay incidencia del gobierno y explica por qué considera que se ha convertido en una crisis.
“En términos de rentabilidad, esta es la segunda vez que nos pega un azote en la espalda a los salvadoreños”, afirmó el dirigente.
De acuerdo al fundador de la gremial, quien por años ha seguido de cerca la situación de las pensiones en el país, los mismos datos oficiales de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) en su informe a mayo 2022 reflejan cómo han sido invertidos los fondos de los trabajadores que son administrados por las AFP y la razón de las bajas ganancias que muchos salvadoreños han señalado en redes sociales.
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“Lo que los trabajadores hemos ahorrado de 1998 a mayo de 2022 son poco más de $13,000 millones, pero la parte crítica es que la cartera de inversiones de ese fondo (con renta fija y variable) están entre el fondo conservador y el especial de retiro (con el que se pagarán las pensiones a jubilados), pero en ese hay como $800 millones (invertidos); lo triste es lo siguiente: de $13,000 millones hay casi $7,500 millones, de acuerdo al informe de la Superintendencia, que están invertidos en papeles del Estado a través del Fondo de Obligaciones Previsionales (FOP)”, explicó Pineda durante una entrevista en canal 21.
¿Qué quiere decir eso? El dirigente lo sintetizó así: “El Estado salvadoreño, al haber hecho uso de ese dinero, nos ha pagado tasas risibles; ellos llegan a las AFP anualmente a través del fideicomisante, uno es el INPEP y el otro es el Seguro Social, y le dicen: necesito tantos millones para pagar (pensiones), y las AFP se los dan porque la ley lo manda, ya es un candado de ley que está allí”.
Para Pineda, “el problema es que lo que paga de intereses (el gobierno) es bajo y hoy sumado a factores externos que están fuera de nuestras manos, como la invasión de Rusia a Ucrania que ha disparado las tasas de inflación a nivel mundial, el Estado está ahogado financieramente”.
Para ponerlo en perspectiva, mientras el gobierno paga a los trabajadores salvadoreños una tasa de alrededor del 4% por el dinero que le prestan para pagar pensiones, a inversionistas extranjeros les paga tasas de hasta 10% por eurobonos.
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De acuerdo con un comunicado de la Asociación Salvadoreña de Administradoras de Fondos de Pensiones (Asafondos), en mayo la rentabilidad nominal fue de 3.89% en el fondo conservador (ahorro de cotizantes jóvenes) y 4.07% en el fondo especial de retiro (próximos a jubilarse).
Este porcentaje era superior en 2021 cuando la rentabilidad nominal fue de 5.61% en el fondo conservador y 4.08% en el especial de retiro.
Asafondos indicó que los ahorros de los trabajadores son una inversión a largo plazo y por tanto sus ganancias también deben considerarse a largo plazo.
Según datos a mayo de la SSF, los ahorros de los trabajadores ascienden a $12,640.4 millones, conformado por $11,879.6 millones del Fondo Conservador y $760.8 millones del Fondo Especial de Retiro.
El golpe de la inflación
Asafondos, que representa a las dos principales AFP del país, también atribuyó la caída en la rentabilidad de las pensiones al efecto de la inflación que a junio pasado se elevó a casi el 7.8%.
“Por lo que su efecto en la rentabilidad de largo plazo… es en todo caso, limitado y no implica que los ahorros hayan dejado de incrementarse”, señaló la asociación.
Pineda apuntó que también los niveles de riesgo crediticio del país han incidido. De hecho, la agencia de análisis financiero JP Morgan publicó recientemente un listado en el que El Salvador está a la cabeza de los países, a nivel mundial, con el más alto riesgo de impago.
Asimismo, en el indicador de riesgo crediticio, más conocido como EMBI (Índice de Bonos de Mercados Emergentes), el país alcanzó los 35 puntos por primera vez en su historia y solo es superado por Venezuela.
“Y esto es gracias a que el país es políticamente inestable, lamentablemente es la realidad”, opinó Pineda.
A juicio de Pineda, ese contexto también marca la diferencia con la anterior ocasión en la que la rentabilidad de las cuentas de los cotizantes presentó una fuerte pérdida.
“La diferencia es que en el contexto del 2005 y 2008, año de la crisis económica mundial, lo que sucedió fue una caída estrepitosa de la tasa LIBOR con la que se ponderaban las tasas de rentabilidad en favor de las cuentas individuales de cada trabajador. En aquel entonces, y hay estudios de Fusades y Funde, que dicen que entre 1998, 2003, 2004 ganaban 12% anual y de pronto cayó a 0.75%, pero nunca de los nunca habíamos vivido una crisis en la que incluso estamos abajo de cero”, indicó Pineda.