Después que el gobierno lograra pagar a tiempo el bono 2023 a inversionistas internacionales, la agencia calificadora de riesgo Moody’s mejoró la perspectiva de deuda del país, al cambiarla de “negativa” a “estable”.
Sin embargo mantiene su calificación crediticia en Caa3, que sigue siendo una de las más bajas de su escala y representa un riesgo crediticio muy alto.
“El cambio de perspectiva de negativa a estable refleja la opinión de Moody’s de un menor riesgo de un evento crediticio en el corto plazo, luego del canje en dificultades en 2022 y el pago reciente del bono internacional de 2023”, señala el comunicado oficial.
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Sin embargo, ha dado este voto de confianza en espera de que el gobierno pueda conseguir más préstamos de organismos multilaterales, que garanticen los próximos pagos de deuda.
“Moody’s estima que los pagos de la deuda externa del gobierno para lo que resta de 2023 representarán el 1.7% del PIB y el 2.3% del PIB en 2024 y serán cubiertos por nuevos desembolsos multilaterales”
Comunicado de la agencia Moody's
“Los desembolsos multilaterales a fines de 2022, antes del vencimiento de los bonos en 2023, ayudaron al gobierno a cumplir con el pago del principal”, aclara.
El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) es el organismo que más préstamos le ha otorgado al país.
Fue con uno de sus préstamos por más de $400 millones que pudo completar el pago del Bono 2023, según indicaron economistas.
Otra de sus fuentes de financiamiento fue el uso de un aumento a las reservas internacionales que otorgó el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2021.
“A pesar de la falta de acceso del soberano a los mercados internacionales de capital y las limitadas alternativas de financiamiento, el monto principal restante del bono internacional de 2025 y los reembolsos a los acreedores oficiales siguen siendo manejables siempre que los desembolsos multilaterales se mantengan alrededor de los niveles programados”, advierte.
La agencia mantiene la calificación Caa3 porque afirma que las necesidades de financiamiento del gobierno salvadoreño aún son altas, hay falta de acceso a los mercados de capital internacionales, hay una baja asequibilidad de la deuda y la falta de un marco fiscal y financiero creíble a mediano plazo seguirán pesando sobre la calidad crediticia.
“La baja asequibilidad de la deuda sigue siendo un desafío crediticio clave que limita el progreso en la consolidación fiscal”, sostuvo.