Luego de 15 meses de la implementación de la Facturación Electrónica en el país, el Ministerio de Hacienda registra 9,062 emisores de Documentos Tributarios Electrónicos (DTE), es decir contribuyentes que usan el nuevo sistema tributario.
Según los datos oficiales en el portal: factura.gob.sv, hasta este 8 de noviembre de 2024 han sido 403,387,485 los de DTE que ha recibido Hacienda, o sea todo el volumen de facturas o documentos procesados de las transacciones tributarias, entre ellas las compras y ventas de bienes y servicios de los consumidores, así como de las empresas.
Por ejemplo, cuando un ciudadano compra combustible en una gasolinera, la empresa le emite su recibo electrónico y ese registro va para Hacienda.
Aunque el gobierno lanzó su plan piloto en octubre de 2020, el lanzamiento oficial del proceso fue en diciembre de 2022, luego que la Asamblea Legislativa aprobara, el 30 de agosto de 2022, un pliego de reformas al Código Tributario, en el que se incluía la emisión de los DET. Esta media se comenzó a implementar en julio de 2023.
Hacienda proyecta que para mayo de 2025 todos los contribuyentes ya usarán la factura electrónica en el país y ha destacado que este nuevo sistema de tributación le ha permitido aumentar los ingresos mediante los impuestos, especialmente del IVA.
De hecho, hasta el 31 de octubre de este año, el gobierno había recaudado $6,461.9 millones en ingresos corrientes y contribuciones, eso representa $431.1 millones más que en el mismo período de 2023, es decir un alza del 7.1%.
Solo en IVA (Impuesto al Valor Agregado) recolectó $2,890.5 millones en 10 meses, un aumento de $263.6 millones que hace un año. Estos ingresos provienen de todo lo que lo que adquieren los consumidores. Y del Impuesto Sobre la Renta (ISR) ha ingresado a las arcas de Hacienda $2,706.6 millones, es decir $206.9 millones más que hasta octubre de 2023.
Los retos
Sin embargo, no todo ha sido fácil para adaptarse a la facturación electrónica, sobre todo para los pequeños comerciantes.
La Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) explicó meses atrás que el principal reto para sus asociados ha sido "vencer la incertidumbre de algo nuevo, seguido de prepararse para el fuerte cambio en los procesos que implica para las empresas de diferentes tamaños y sectores".
Pero principalmente a los micro y pequeños negocios les ha afectado la falta de dinero para echar a andar la medida.
"Por ejemplo, las mipymes pueden beneficiarse enormemente de la adopción de facturas electrónicas en términos de eficiencia y reducción de costos; sin embargo, muchas pueden carecer de los recursos financieros y técnicos necesarios para implementar y mantener sistemas de facturación electrónica sofisticados", indicaron en la gremial.
Ante ello, la Camarasal ha estado capacitando a sus agremiados en diferentes zonas del país. El pasado 25 de octubre, la filial de Sonsonate realizó una charla con un experto en la que abordaron los "Retos y oportunidades de la facturación electrónica".
"Sabemos que la transformación digital es una realidad ineludible y como empresarios estamos llamados a adaptarnos a estos cambios para ser más eficientes, competitivos y cumplir con las normativas fiscales de manera adecuada", expresó Javier Alvarenga, presidente de Camarasal filial Sonsonate.
VER: Más de 3,700 empresas aplican la facturación electrónica en el país
Y no solo para los pequeños comerciantes hay retos con el nuevo sistema, sino también para los más grandes.
Las primeras en apegarse a esta ley fueron las empresas con ventas anuales superiores a los $10 millones y después siguieron las medianas y pequeñas empresas con ventas mucho menores a ese monto. Según Hacienda, casi la totalidad de los grandes contribuyentes ya utilizan la factura electrónica.
"Para empresas de sectores altamente regulados, que deben proveer información periódica a las instituciones reguladoras, podrían requerir que la implementación de sistemas de facturación electrónica cumpla normativas adicionales y esto implique cambios significativos en sus procesos internos y en la interconexión de diferentes sistemas", consideró la Cámara de Comercio.
También puede ser un reto para empresas con numerosas operaciones internacionales, las cuales deben cumplir con regulaciones tributarias diferentes; negocios con cadenas de suministros complejas o simplemente con sistemas heredados y que dependen en gran medida de sistemas de facturación manuales o que datan de varios años, por lo que pueden enfrentar desafíos técnicos y de integración al migrar a soluciones electrónicas nuevas.
Las oportunidades
Un estudio de la UCA (Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas") que divulgó a finales de 2023, en el que consultaron a 200 empresas, tanto mipymes como gran empresa de los sectores comercio, industria y servicios de todo el país, reflejó que para el 77.5% de las empresas era importante la implementación de la facturación electrónica; mientras que para el 22.5% no era un tema de relevancia.
Para Rafael Montero Cortez, CEO de GuruSoft, una empresa de tecnología de Ecuador con presencia en 10 países de Latinoamérica y se especializa en procesos de facturación electrónica, "El Salvador es uno de los países que más rápido ha crecido en la adopción de este sistema, si lo comparamos con otros países de la región".
El proceso de facturación electrónica se desarrolla en El Salvador, gracias a un proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que financió la modernización de la administración tributaria del país mediante un préstamo por $30 millones que data de 2018.
"El programa está optimizando las bases y la ruta para una administración tributaria más robusta y eficiente, facilitando un incremento en la recaudación de impuestos y mejorando la equidad fiscal, así como promoviendo la confianza en el sistema tributario por parte de los ciudadanos y empresas", expresó Margarita Libby Hernández, jefa de operaciones del BID en El Salvador, según una publicación del 17 de octubre de 2024 en la página web del banco.
En la nota se indica que con la digitalización de los documentos tributarios (DTE) "es más fácil para los contribuyentes, sin importar su tamaño, reportar y pagar los impuestos, y para la autoridad tributaria verificar su cumplimiento, pues todo el proceso es automatizado".
El director general de Impuestos Internos de Hacienda, Marvin Sorto, destaca en esa misma publicación que en el sector empresarial "había una separación entre el manejo de sus finanzas y el manejo de sus impuestos".