Entre 100,000 y medio millón de personas necesitarán asistencia alimentaria en El Salvador a partir de marzo de 2025, cuando inicie la temporada anual de escasez de comida, según apunta el último análisis sobre el país y la región de la Red de Sistemas de Alena Temprana de Hambruna (Fews Net, por sus siglas en inglés) .
El numero es el mismo para Nicaragua y es aún mayor para Honduras, que tendrá entre 500,000 y 1 millón de personas en estas condiciones. Este escenario sucederá tras un periodo de alivio registrado entre noviembre y febrero de 2025, gracias a un incremento de las reservas alimentarias de las personas, debido a la reciente cosecha de Primera y la cosecha de Postrera, en diciembre, luego de la leve disminución esperada en los rendimientos de frijol.
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Fews Net apunta que el flujo de granos frescos hacia los mercados permitirá una baja estacional en los precios, aunque se prevé que otros alimentos persistan altos. Por otro lado, aparte de la mejora en la disponibilidad de alimentos, el aumento en las opciones para la generación de ingresos, a raíz del inicio de la temporada de alta de manda de mano de obra para agricultura de subsistencia y comercial, permitirá una mejora en el acceso a los alimentos.
Sin embargo, esta mejora combinada con el aumento en la disponibilidad de alimentos y los ingresos continuará, más o menos, hasta febrero, cuando las reservas en estos hogares se empiecen a terminar y las opciones de empleo caigan por un tema estacional.
A partir de entonces, los hogares más pobres deberán recurrir a estrategias de afrontamiento, algo que se define como los esfuerzos para hacer frente a las demandas internas y ambientales, y los conflictos entre ellas que exceden los recursos de la persona.
En este caso, se puede hacer una sustitución de alimentos por unos de menor costo, en un esfuerzo por cerrar la brecha alimentaria, lo que aumentará el número de hogares en crisis.
Fews Net indica que hay un grupo de hogares en el área rural dentro del Corredor Seco Centroamericano que se encuentra en crisis alimentaria aún en es este periodo de alivio. Tienen medios de vida frágiles, altamente dependientes de la venta de su mano de obra y la producción de subsistencia de granos básicos. Desde 2018, diversos eventos climáticos han ocasionado pérdidas agrícolas para estas familias.
Menos superficie sembrada
A diferencia del pasado, que contó con la influencia de El Niño, este ciclo agrícola no ha registrado mayores pérdidas debido a Ja falta de lluvias o al exceso de escas, gracias a un fenómeno débil de La Niña, que podría durar hasta el primer trimestre de 2025.
Sin embargo, la cosecha de granos básicos podría ser igual o menor en este periodo que en el 2023· 2024. Eso debido a que el ciclo actual cerrará con casi 30,000 manzanas menos de superficie sembrada que el pasado. Eso es lo recogido en el monitoreo realizado por la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios(CAMPO).
En concreto, en este ciclo agrícola se han sembrado 487,000 manzanas de maíz, frijol, maicillo y arroz. En el anterior fueron 516,828 manzanas.
El grano que presenta la mayor disminución porcentual es el frijol, con casi el 25%. La superficie sembrada pasó de más del 43,000 a 110,000, es decir más de 33,000 menos (en el número general, compensa el aumento en el maicillo).
Para Luis Treminio, presidente de CAMPO, el factor principal es que, a diferencia del ciclo anterior, para este no se contó en ningún porcentaje con la ayuda del paquete agrícola para la siembra de frijol. Los $75 de la nueva tarjeta agrícola solo fueron para el maíz.
Por ello, miles de productores se quedaron esperando una ayuda que nunca llegó. "Al final de cuentas, van a ir disminuyendo las áreas sembradas. Esto dará pauta para mayores niveles de importación. El Salvador se va a convertir dentro de poco en un país meramente importador", comentó Treminio para El Diario de Hoy a mediados de octubre. El déficit del grano para este ciclo será de 750,000 quintales.
"En El Salvador hay unos 500,000 productores de subsistencia. Con la caída de la producción, no solo los precios incrementan, sino los niveles de pobreza y de inseguridad alimentaria de estos productores, comentó Danilo Pérez, del Centro para la Defensa del Consumidor, a mediados de octubre.
El viceministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Óscar Domínguez, se reunió hace unos días con representantes de organizaciones que aglutinan a productores agropecuarios en El Salvador, como CAMPO.
Los invitó a ser parte de un pro grama que pretende que productores nacionales ubicados en distritos de riego, o que cuentan con esta facilidad en su terreno, se conviertan en proveedores de verduras y hortalizas para la central de abastos recientemente inaugura en San Salvador Este y para los agromercados.
Treminio explica que Rodríguez les ofreció el financian1iento del 60% de los insumos agrícolas para la producción. El programa es exclusivo para 13 verduras y hortalizas, por lo que están excluidos los granos básicos como el frijol.
Baja el presupuesto
El Ministerio de Agricultura y Ga nadería (MAG) contará en 2025 con casi $68 millones menos en su presupuesto que en 2024, una reducción que contrasta con el discurso del gobierno.
El presupuesto para el lv!AG de 2025 será en realidad apenas $30,000 más alto que el aprobado originalmente para este año, que fue de $91,422,199.
Sin embargo, en el ejercicio que está en marcha esta institución ha tenido modificaciones en su asignación hasta llegar a los $159.14 1nillones, algo que, si se toman en cuenta las palabras del presidente Nayib Bukele no podrá ser replicable el siguiente año, al menos no a ese nivel.
El proyecto del Presupuesto General de la Nación de 2025 refleja que al MAG se le asignarán $91.45 1nillones. Si bien la cifra es la mayor que la de 2024,es $610,000 más pequeño que el de 2023.
Según Treminio y otros líderes gremiales del sector, el único apoyo directo que recibe el productor local por parte del gobierno ha sido, por años, el paquete agrícola, que ahora ha mudado a la tarjeta con la que se pueden reclamar $75 en agroservicios seleccionados.
La línea presupuestaria desde la que sale su financiamiento es Abastecimiento y Seguridad Alimentaria. Para 2025 tiene destinado un 1nonto de $23 millones, $3.7 millones más que lo programado en 2024.
Sin embargo, esto no será suficiente para cubrir el incentivo para los 550,000 productores agrícolas que, según el viceministro Óscar Domínguez, se han alcanzado en 2024.Si a cada uno se le entregan $75 en la tarjeta , eso da como resultado más de $41 millones. Con $23 millones, por tanto, solo se podría atender al 56%, es decir unos 306,000 beneficiarios.