Que la deuda pública del país disminuyó, que no se iban a tocar los ahorros de los trabajadores para su pensión, que la economía ha crecido gracias a “factores internos” y que cada año la brecha fiscal es menor, son algunas de las narrativas que se han escuchado en boca de funcionarios, pero que distan de los datos oficiales reales.
Basta con hacer un contraste entre el discurso y los números para confirmar si lo dicho es cierto o no.
Por ejemplo, el gobierno actual ha destacado que la deuda pública del país bajó. ¿Pero es cierto eso? La respuesta corta es no.
La respuesta larga es que, tras la reforma de pensiones de 2022, las estadísticas de la deuda en los portales del Banco Central de Reserva (BCR) y del Ministerio de Hacienda reflejan una drástica caída, lo que puede hacer creer que en realidad hay menos por pagar. Sin embargo, la estrategia del gobierno fue eliminar el saldo de la deuda de pensiones de los montos globales y ponerla aparte, para que el saldo bajara.
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De esa forma, la deuda pública que aparece en el portal del BCR es de $20,097.64 millones hasta el 31 de diciembre 2023. Dicho saldo se divide en deuda externa por $12,088.6 millones e interna por $8,009.03 millones; dentro de este último monto se incluye la deuda de corto plazo como Letes (Letras del Tesoro), la cual ascendía a $1,393.39 millones hasta diciembre.
$29,592.21 Deuda Pública es más de lo que dice el gobierno
La deuda pública de El Salvador que el gobierno divulga en el portal del Banco Central de Reserva (BCR) es de $20,097.64 millones, la cual divide en externa por $12,088.61 millones y en interna por $8,009.03 millones. Sin embargo, en la tabla donde desglosa los montos de la deuda deja vacía la casilla donde antes se colocaba la cantidad que debe de pensiones del eliminado Fideicomiso de Obligaciones Previsionales (FOP). Al omitir ese dato, aparentemente, en las estadísticas se ve que la deuda estatal disminuye, pero no es así.
Pero si se suma el saldo de la deuda de pensiones, el monto global y real del endeudamiento sube a $29,592.21 millones, lo que implicaría el 84.57% del PIB (Producto Interno Bruto) acumulado hasta noviembre de 2023.
Hasta diciembre pasado, el gobierno sumaba $9,494.57 millones en deuda de pensiones, es decir son los fondos que los trabajadores le han prestado, a través de sus ahorros en las AFP, para pagar a los jubilados.
De la nueva deuda adquirida entre abril y diciembre del año pasado ya eran $1,097.76 millones. Solo de octubre a noviembre le sumó $147.14 millones más y de noviembre a diciembre fueron $88 millones extra.
Mientras que de la anterior deuda previsional, el Órgano Ejecutivo acumula un saldo de $8,396.81 millones con los trabajadores. Sin embargo, el gobierno goza de 4 años de gracia para pagar capital e intereses a los cotizantes, es decir que retomará el pago de este monto hasta 2027.
Pero dicha cuenta tampoco se incluye en el saldo de la deuda del Sector Público No Financiero, sino que al pie del documento que publica Hacienda se margina una breve nota.
“A noviembre la deuda del Sector Público Financiero (SPF) que corresponde a la deuda Previsional, comprende Certificados de Financiamiento de Transición (CFT) por valor de $8,396.8 millones y Certificados de Obligaciones Previsionales (COP) por $1,009.7 millones”, dice en el último informe disponible, cuya fuente de los datos es el Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP).
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Pero ese no es el único préstamo que ha recibido el gobierno del fondo de pensiones, sino que también el Banco Hipotecario (BH) recibió, mediante la emisión de títulos valores, $280.4 millones del dinero de los cotizantes en el primer trimestre de 2023, según el último informe disponible de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) con estadísticas de enero a marzo pasado. La SSF no volvió a divulgar otro reporte durante el resto de 2023.
Déficit real en el presupuesto
Otro dato que contrasta con lo que afirma el gobierno es el déficit fiscal, es decir la diferencia entre lo que gastó y los ingresos que recibió.
En el Presupuesto General de la Nación se planteó que el déficit sería de $472 millones el año pasado. Pero los datos al final demostraron otra realidad.
Los gastos que reportó el gobierno ascendieron a $8,321.9 millones, mientras que los ingresos que registró fueron $7,144.7 millones, lo que implica una brecha de $1,177.2 millones, es decir más del doble de lo previsto.
$9,494.57 millones de deuda de pensiones
Es el saldo de la deuda que tiene el gobierno con los trabajadores, tanto en nueva deuda, acumulada entre abril y diciembre de 2023, como en deuda antigua, según datos del BCR.
En una base de datos aparte de la deuda pública, el BCR coloca los saldos de la deuda de pensiones, la cual divide en Certificados de Obligaciones Previsionales (COP) por un valor de $1,097.76 millones, los cuales han sido adquiridos entre abril y diciembre de 2023 con ahorros de los trabajadores en el fondo de pensiones. Asimismo, están los Certificados de Financiamiento de Transición (CFT), cuyo valor asciende a $8,396.81 millones. Esta es la deuda acumulada antes de la reforma de pensiones de 2022 y que el gobierno se ha comprometido a comenzar a pagar a partir de 2027.
Según el informe de Hacienda sobre la ejecución presupuestaria de los gastos, con datos a diciembre 2023, del presupuesto modificado que fue de $9,677.7 millones, usaron el 86%, es decir $8,321.9 millones.
De esa cantidad, $8,151.1 millones fueron recursos que salieron del Fondo General, lo que constituyó el 94.1% de la asignación monetaria; y solo $168.6 millones fueron de préstamos externos, de un total de $994.9 millones presupuestados.
En tanto, para 2024, el gobierno aseguró que el déficit será menor que el año pasado, pues prevé que sean $338.6 millones.
Sin embargo, la agencia financiera inglesa EMFI señaló en un informe que el gobierno de El Salvador necesitará de más de $1,900 millones en financiamiento para cumplir con sus compromisos.
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Según detalla la financiera, al sumar $891 millones en amortizaciones de deuda, las necesidades brutas de financiamiento llegarán a $1,560 millones, pero si a eso se suman los $348 millones correspondientes a la amortización del eurobono 2025, lo que en realidad requerirá de financiamiento sube a $1,908 millones, es decir el 5.3% del PIB.
Por otro lado, el Ejecutivo también maneja un discurso sobre el crecimiento económico que contrasta con datos oficiales.
“La economía creció en el tercer trimestre impulsada por factores internos, como la seguridad pública, la inversión pública y privada y, además, el turismo que contribuyeron a aumentar la producción de El Salvador”, afirmó el presidente del BCR, Douglas Rodríguez, en diciembre.
Pero el motor que sin duda inyectó dinamismo a la economía el año pasado no fue impulsado por “factores internos”, sino que por el contrario fue un empujón externo, pues registró ingresos récord en remesas por $8,181.78 millones. Esa fue una de las fuentes de ingreso pero también las exportaciones aportaron $6,498.11 millones. En tanto, hubo sectores económicos que tuvieron caídas el año pasado, sobre todo la industria.
69.9%
Casi 7 de cada 10 salvadoreños señala que los principales problemas del país son la economía, el alto costo de la vida, el desempleo y la pobreza, según encuesta de la UCA.
El BCR proyectó en diciembre que la economía finalmente crecería 2.7% en 2023, aunque inicialmente había previsto que fuera de 2.6%. No obstante, organismos internacionales no tenían la misma perspectiva, pues la mayoría, a excepción del Banco Mundial (BM), proyectaron menor crecimiento para El Salvador de lo que decía el gobierno.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó que la economía salvadoreña iba a crecer 2.3 % el año pasado. También el Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó la proyección de crecimiento para el país al pasarla del 2.4% a 2.2% a finales del año pasado.
Mientras que el Banco Mundial vaticinó que el país crecería 2.8% el año pasado y 2.3% en 2024.
Sin embargo, en todas las previsiones aparecía El Salvador a la cola de los demás países de Centroamérica.
Y para este año podría suceder lo mismo. La agencia inglesa EMFI proyecta un crecimiento bajo. “Esperamos que la economía salvadoreña crezca un 1.9% en 2024. Con este resultado, el crecimiento en El Salvador será el segundo más bajo en 10 años, sólo detrás del 1.7% en 2014 pero relativamente cerca del promedio del mismo período del 2.2%”, indicó.