Gabriela Ayala supo desde pequeña que la química era su pasión. Siempre soñó con pasar sus días en un laboratorio y al crecer estudió Ingeniería Química en la Universidad de El Salvador, con especialidad en alimentos. Ahora ella es una experta mezcladora en la Licorera Cihuatán, cuya producción de ron está hecha con manos salvadoreñas y ha llegado a países lejanos.
El principal objetivo de Gabriela era producir la primera botella de Ron Cihuatán, elaborada artesanalmente.
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Desde el valle Cihuatán, situado en el municipio de San Salvador Norte, departamento de San Salvador, donde la civilización maya creía que una diosa eligió el Cerro de Guazapa para descansar y dar fertilidad a esas tierras, la silueta de la mujer dormida ahora recorre el mundo como insignia principal del primer ron salvadoreño que lleva el nombre de ese valle.
La fabricación de Ron Cihuatán guarda 100 años de experiencia del Ingenio La Cabaña, en El Paisnal, y la licorera buscaba crear un producto que se convirtiera en el "embajador de los salvadoreños en el mundo".
Pero crearlo ha implicado un arduo proceso: desde la calidad de la semilla de la caña de azúcar, la destilación, el añejamiento y la mezcla, hasta el embotellado. Todo eso ocurre en el valle de Cihuatán.
"Teníamos una fórmula en mente que llevábamos años desarrollándose y el primer ron con el que salimos al mercado fue Cihuatán Indigo, con ocho años de añejamiento; definitivamente cumplía con el perfil de sabores que nosotros buscábamos. Lo que queríamos resaltar eran sabores salvadoreños de cacao, de café, de vainilla y un rol versátil", explicó Gabriela, durante un recorrido reciente por la Ruta del ron.
En los rones de Cihuatán destacan notas como: vainilla, capuchino, chocolate negro, avellana, dulce de leche artesanal, así como ciruela, carambola madura, limoncillo, cáscara de naranja caramelizada y guarapo; pero también se puede encontrar notas de pistacho, roble tostado, balsámico tostado, clavo, cuero, tocino panela, piña asada y maíz.
Las exportaciones de ron
La primera exportación de Cihuatán se concretó en 2015 a Lituania, en Europa del norte, con un envío de 700 botellas. Un año después, llegaron a mercados en Bélgica, Italia, Francia y Alemania.
Hoy por hoy, el ron salvadoreño llega a 22 mercados, sobre todo a países europeos; el mercado en Europa representa el 63% de la demanda de producción y el principal país de esa región que les compra es Francia.
También venden a Estados Unidos, Canadá, Honduras, México, Taiwán, así como a la isla Curazao. Un tercio del ron producido se comercializa en El Salvador y el resto se exporta.
En 2024, la empresa cerró con una producción de 168,000 botellas, aproximadamente. En ventas dentro del mercado salvadoreño tuvo un crecimiento del 14% y solo en el Aeropuerto Internacional aumentó su comercio en 23%.
Para el 2025, esperan incrementar las ventas un 10% más y enfocarse en posicionar su producto en el top 20 de marcas de ron a nivel global, explicaron.
Largo proceso y origen del ron
El añejamiento del ron es sinónimo de paciencia, afirma Gabriela, quien cuenta que las barricas fueron creadas en 2004, pero se abrieron hasta 2014.
La experta en ron destaca que las altas temperaturas del valle en El Paisnal son de los ingredientes principales en la elaboración de ese licor.
En la planta de fermentación de la empresa colocan en los tanques los microorganismos de levadura, capaces de comerse el azúcar de la melaza y convertirla en alcohol etílico y congéneres, que pueden ser frescos pesados (aguardiente) o ligeros (un perfil parecido al vodka).
Luego se pasa al proceso de destilación para definir el tipo de ron: solo etílico o mezclado con congéneres. Después las barricas se llenan con la sustancia alcohólica y agua desmineralizada. Posteriormente viene "el arte de la paciencia, hay que esperar tantos años para saber qué es lo que vamos a tener", explica Gabriela, pues agrega que hasta la madera del recipiente influye en las notas finales del ron.
Pero la experiencia en la elaboración de ron les ha permitido trabajar con método de añejamiento en barricas ex-Bourbon de roble americano, así como experimentar con infusiones de piñas Golden salvadoreñas durante 2 meses o el añejamiento durante 16 años; también 15 años en barricas de roble americano ex-Bourbon y 1 año en barricas de Ceiba Maya.
Cihuatán empezó con 80 barricas de 200 litros a 65 grados de alcohol, y año con año agregan más barricas; hoy suman más de 3,200. Cada barrica "es un tanque de explosión", indica la especialista y añade que "cada una reacciona con naturaleza diferente".
Tras cumplir el largo proceso, la bebida es embotellada y está lista para comercializarse.
Para conocer cómo se produce, la empresa realiza un tour por la planta, el cual llaman "Experiencia Cihuatán".
Roberto Escobar, encargado de guiar el recorrido, indica que el valle está a 275 metros sobre el nivel del mar y que las temperaturas se alternan entre los 30 y 40 grados centígrados durante el día, pero bajan hasta 25 por las noches.
La idea surgió en 2020, cuando buscaron lanzar el servicio para que las personas los visitaran, pero llegó la pandemia y el proyecto quedó en pausa. Fue hasta 2023 que lograron inaugurarlo.
"Sabemos que el ron es una bebida y ya, pero se desconoce su materia prima, el proceso que lleva para su realización y todo eso asombra a las personas, saber que hay un proceso bastante grande donde le ponemos atención a cada uno de los detalles. La caña de azúcar es el punto de partida para esta bebida", dice el guía.
Durante el tour, que dura entre hora y media a 2 horas, se explica el proceso de producción (desde que procesan la caña de azúcar, la destilación y el añejamiento) hasta la comercialización de los productos finales. Los turistas pueden catar los rones, vivir la experiencia de mixología, ingresar a la bodega de añejamiento y descubrir la inspiración para cada bebida.
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